Nueva crisis del automóvil: el sector avisa de un aumento de precios por el conflicto del mar Rojo

El conflicto en el mar Rojo amenaza con desencadenar una nueva crisis en el automóvil. Después de los efectos derivados en el sector por el impacto de la pandemia y el desabastecimiento de piezas por los problemas en la cadena de suministro mundial, ahora los fabricantes automovilísticos se enfrentan a nuevos problemas en sus instalaciones por el desvío de los barcos de las principales compañías navieras del mundo, para evitar los ataques los de militantes hutíes respaldados por Irán, en solidaridad con el grupo islamista palestino Hamás. Problemas que aumentarán los costes y dispararán los precios de los coches.

Según fuentes afectadas por la situación, en conversaciones con este diario, el precio de los coches registrará un aumento con el inicio del año por los efectos derivados del alza de los costes de los principales fabricantes automovilísticos para transportar los componentes desde Asia a sus fábricas europeas. En concreto, la ruta adicional añade unos 10 días de viaje desde el continente asiático al norte de Europa, y suma alrededor de 1 millón de dólares en combustible.

Esta ruta representa alrededor del 12% del tráfico marítimo mundial, en el que el automóvil tiene una cuota importante por su dependencia de componentes procedentes de China para la producción de coches propulsados por motores 100% eléctricos. «Cuanto más dure esta crisis, más perturbaciones causará en el transporte marítimo de carga en todo el mundo y los costos seguirán aumentando», señalan las citadas fuentes.

Retraso en el envío de coches

El conflicto en el mar Rojo no sólo provocará un encarecimiento de los coches con la entrada en el nuevo año, sino también un retraso en las entregas de los pedidos en el primer trimestre, por la paralización de la producción en algunas plantas europeas, como es el caso de las instalaciones de Tesla en Berlín o de Volvo en Bélgica.

Tras superarse los problemas en la cadena de suministro derivados de la crisis de los chips, los fabricantes de coches habían logrado reducir los plazos de entrega a dos meses o, en algunos casos, de forma inmediata. El impacto que tengan los nuevos problemas se comenzarán a ver en los próximos meses en los concesionarios del mercado español.

Mientras, otros fabricantes de automóviles están tomando medidas para evitar interrupciones en la producción. En concreto, el Grupo Stellantis dijo que depende del transporte aéreo para hacer frente a las interrupciones temporales del suministro derivadas del impacto de la crisis del mar Rojo.

La mayor parte de las empresas asociadas al Clúster de Automoción y Movilidad de la Comunidad Valenciana (Avia) no se han visto afectadas por la situación actual del mar Rojo, dado que muchos de los principales suministros de las empresas auxiliares vienen por la ruta del Atlántico. Pese a ello, se están preparando para afrontar las consecuencias si los ataques a embarcaciones en la ruta marítima se alargan, según ha explicado la asociación en un comunicado.

«Si se producen retrasos en la cadena de valor y en función de cómo avance el conflicto, sí es probable que los suministros se vean afectados, dado que la logística es global», ha puntualizado. Esta afectación puede venir por los retrasos en los suministros y esta ampliación de los tiempos provocaría un incremento de los precios. Por ello, las empresas del sector están «prevenidas y pendientes» del conflicto y están avanzando sus estrategias para paliar los posibles efectos que pueda provocar esta situación en la provisión de componentes.