De junio de 2018 a marzo de 2020

No sólo el coronavirus: 25.000 empresas han cerrado desde que Sánchez llegó al poder hasta marzo

Cada día cierran 85 empresas en España por el alza de precios y la caída de la demanda
Más pymes cierran
Carlos Ribagorda

Los críticos con la respuesta que está dando el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias a la crisis económica generada por la pandemia destacan que desde el decreto del estado de alarma del 14 de marzo y hasta octubre se han destruido más de 80.000 empresas en España, fiel reflejo de la falta de ayudas directas a pequeñas y medianas compañías y a los autónomos aprobadas por el Ejecutivo, que no ha revertido el desplome de los ingresos. Pero la destrucción del tejido empresarial español no se inició con el coronavirus. Desde la llegada al poder de Sánchez, en junio de 2018, hasta primeros de marzo, inicio de la pandemia, se han cerrado en España casi 25.000 empresas.

De acuerdo con las cifras del Ministerio de Inclusión que dirige José Luis Escrivá, a cierre de mayo de 2018, último de Mariano Rajoy en el poder, el número de empresas activas en la Seguridad Social era de 1,513 millones. A cierre de febrero de 2020, mes previo al inicio de la pandemia en España, la cifra había caído hasta las 1,489 millones. La diferencia es la citada, de casi 25.000.

Además, si tenemos en cuenta los datos desde finales de junio de 2018, puesto que el primer mes de Gobierno de Sánchez se dedica a tareas burocráticas -como todos los ejecutivos sin excepción-, el balance del líder socialista es aún peor. A finales de junio había en España 1,525 millones. El descenso desde entonces es de 36.000 empresas.

Antes del covid-19 ya habían desaparecido en España casi 25.000 empresas desde la llegada de Sánchez al poder; después, han cerrado otras 80.000 compañías

Comparado con el impacto que está teniendo el coronavirus en la salud del tejido empresarial español, todavía es superior, como es lógico. Desde el 1 de marzo y hasta el 30 de octubre -último dato publicado por el Ministerio-, se han cerrado algo más de 80.000 empresas. El balance total del periodo de Gobierno de Sánchez, pre covid y post covid, es que han desaparecido 104.000 empresas. 

Imagen del último informe del Ministerio de Seguridad Social, referido a octubre.

Estancamiento antes del coronavirus

La cifra de cierre de empresas es un dato más que corrobora que la economía española ya estaba en clara tendencia a la baja antes del coronavirus. La Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), uno de los servicios de estudios más prestigiosos del país, ha señalado en un reciente informe que la economía española «viene dando claras señales de agotamiento estructural previas al covid-19». «El indicador que muestra esa debilidad es, concretamente, el estancamiento del PIB per cápita en relación con la media de la UE, que se sitúa en el 90% desde 2016, significativamente por debajo del 98% que se alcanzó en 2003», señala el informe de Funcas.

Los expertos de las antiguas cajas de ahorro consideran que los fondos europeos, en riesgo por la posición de Hungría y Polonia, son fundamentales para España como forma de intentar corregir esas diferencias estructurales con los socios europeos.

Otro de los indicadores que reflejan este punto es el índice de actividad económica de la OCDE. En julio de 2019 este índice marcaba 100.9 puntos en España, segundo país tras Brasil, mientras que en diciembre de 2019 ya había caído al puesto 33, con una cifra de 98.9 puntos. Posteriormente, en julio, España volvía a caer más en esta clasificación de entre los países desarrollados del mundo al puesto 35.

Publicado en Twitter por Floren Felgueroso, economista de Fedea.

Como ha ocurrido en otras ocasiones, el presidente Sánchez obvia esta realidad y ha insistido este viernes en que ve «señales positivas» en el ámbito económico. El líder socialista basa esta afirmación en el impulso que dará a la economía los Presupuestos Generales recién aprobados en el Congreso -ahora tienen que pasar el trámite de Senado- y en las «bolsas de empleo» que generarán las jugosas ayudas europeas.

Y, en medio de todo, la jornada de 4 días

Mientras la economía cae y el futuro de miles de empresas está en el aire por las nuevas restricciones y el fuerte endeudamiento de las compañías, el vicepresidente tercero del Gobierno, Pablo Iglesias, ha puesto encima de la mesa el debate de la jornada laboral de cuatro días. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también de Podemos, ha apoyado la idea aunque el viernes matizó que tendría que pasar primero por la mesa de diálogo social.

Esa es precisamente la crítica que habían hecho los empresarios a la «ocurrencia» de Iglesias. «Que le digan a un autónomo que se levanta todos los días a abrir su negocio lo de trabajar cuatro días», respondió Lorenzo Amor, presidente de la asociación de autónomos ATA.

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