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Los ‘marrones’ de la CNMV: Grifols y Banca March

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Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La CNMV, la policía de la Bolsa, no va a tener más remedio que hacer lo que menos le gusta a su presidente, Rodrigo Buenaventura: retratarse. Lo va a tener que  hacer porque tiene encima de la mesa un par de actuaciones de lo más sospechosas, referidas a Grifols y Banca March, en las que su actuación puede contribuir a regenerar la maltrecha reputación del mercado español o hundirla todavía más.

El lío de Grifols se lo hemos venido contando puntualmente en OKDIARIO desde el famoso informe de Gotham City Research en enero que cuestionaba sus cuentas y decía que valía cero. Y ponía el acento en el verdadero cacao que tiene montado con el holding de la familia fundadora, Scranton, de filiales consolidadas dos veces, créditos cruzados e incluso alguno que Grifols no tiene derecho a recuperar.

CNMV, Grifols, Banca March
Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV.

La actuación posterior de la fabricante de hemoderivadas catalana parece más encaminada a incrementar esas dudas sobre prácticas irregulares que a aclararlas. Por un lado, presenta unas cuentas anuales sin la firma de un consejero ni del auditor; y cuando se las explica a los analistas, les dice que en 2024 no va a generar cash flow (flujo de caja o tesorería) positivo, con lo que el valor sufre el mayor derrumbe de su historia en Bolsa, del 35%. Con esas previsiones y la enorme deuda que tiene, todas las agencias de calificación le bajan el ratingcon lo que ha vuelto a hundirse esta semana.

Por otro, hace cambios en el consejo para aparentar que separa la gestión de la propiedad e incluso ficha un nuevo consejero delegado. Incluso promete que no va a hacer más operaciones vinculadas. ¿Pero y qué pasa con el lío que ya hay montado y que tiene que deshacer? Cri, cri, cri… De hecho, el mismo día de las cuentas una de esas filiales le paga 266 millones a Scranton sin que Grifols vea un euro.

Compras sospechosas

Precisamente, la CNMV tiene que presentar un informe sobre la situación de Grifols, que se está tomando con su parsimonia habitual. El mercado espera que les obligue a deshacer esas operaciones vinculadas, lo cual exigiría una ampliación de capital para la que el clan no tiene dinero. Así que tendría que dar entrada a algún caballero blanco, y ya tiene algunos interesados, como les hemos adelantado aquí.

Una empresa metida en esta vorágine, con estas dudas sobre su gestión y permanentemente en el foco de la actualidad, lo que suele hacer es estarse quietecita y esperar a que escampe. Pues Grifols no. Resulta que su cúpula compra acciones el día antes de presentar, por fin, la auditoría de sus cuentas anuales sin salvedades. Y claro, ese día rebota con fuerza y logran una bonita ganancia. Hasta el nuevo consejero delegado, que se incorpora formalmente en abril, se apunta a la fiesta.

Grifols
Thomas Glanzmann, presidente de Grifols.

¿No sabía ninguno que al día siguiente iban a presentar la auditoría? Muy difícil de creer. Y si lo que querían era mostrar confianza en la empresa -que es lo que dirán si les investigan-, ¿no podían haber comprado cualquier otro día que no despertara suspicacias, estando como están? Todo muy sospechoso.

Banca March

Igual que es sospechosa la exclusiva de OKDIARIO sobre que Banca March pidió a sus banqueros privados difundir entre sus clientes las cuentas anuales de Tubacex antes de que se publicaran el año pasado. El objetivo era convencerles para que compraran pagarés de la compañía vasca, que se habían convertido en la gallina de los huevos de oro del banco mallorquín: le dejaban unas comisiones muy por encima de las del mercado.

Aclaro: no eran comisiones como las de comprar acciones en Bolsa, lo que hacían era quedarse con parte de la rentabilidad que ofrecían esos pagarés en vez de dársela al cliente. Algo que es habitual si hablamos de 0,10-0,15 puntos, pero no de 0,90 como hacían aquí. En vez de pagar, los clientes cobraban menos, lo mismo me da que me da lo mismo. Hasta el jefe de banca privada decía que «la rentabilidad para nosotros es excepcional».

Banca March

La CNMV suele ser muy estricta en cuanto a que las cotizadas eviten filtraciones de sus resultados antes de que los conozca todo el mercado, para que nadie juegue con ventaja. Es verdad que en este caso no se usó para comprar acciones en mercado (o sí, una vez que los clientes tenían la información pudieron hacer con ella lo que quisieran), pero sí hubo un lucro, el derivado de colocar los pagarés.

La CNMV

Todos los presidentes de la CNMV que en el mundo han sido han tenido que lidiar con historias como éstas, y no han aplicado nunca un criterio uniforme, como si fueran árbitros de la liga española. Lo habitual es ser fuerte con el débil y débil con el fuerte, como decía Manuel Conthe. En el caso de Buenaventura, su actuación más vergonzante fue aceptar el asalto del Gobierno a Indra y no obligar a lanzar una opa al ver «coordinación» pero no «concertación», échale coraje al toro, entre el fondo Amber (dueño de Prisa), la Sepi y Sapa Placencia.

Además, se pierde en batallas absurdas como criticar las recompras de acciones que están realizando casi todas las grandes compañías para retribuir a sus accionistas y que están haciendo más atractivo el alicaído mercado español. Por cierto, esta semana BME (el holding de las Bolsas españolas que vendimos alegremente a la Bolsa suiza) ha vuelto a dar pérdidas anuales en medio de un negocio claramente en declive. Eso sí que le debería preocupar al presidente de la CNMV.

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