AEROLÍNEAS

La marcha de Calviño y la presión de Alemania y Francia impidieron a Iberia hacerse con Air Europa

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Jose de la Morena
  • Jose de la Morena
  • Jose de la Morena, periodista especializado en economía desde hace más de 15 años, desarrolla su labor en el campo de la comunicación desde el prisma de las tendencias, los números y resultados de las distintas compañías. Una tarea que le ha llevado a conocer a fondo el mundo empresarial. Ha trabajado también en comunicación corporativa y como asesor para distintas marcas internacionales e institucionales.

Iberia ha roto el acuerdo para hacerse con Air Europa ante las dificultades que le ha transmitido la Comisión Europea, y que OKDIARIO les ha venido relatando en los últimos meses. Hay dos momentos clave por los que el grupo propietario de Iberia -IAG- no ha podido llevar a término la operación: la ausencia de la que fuera ministra de Economía, Nadia Calviño, y la fuerte presión que han ejercido tanto Alemania como Francia.

La dirección de Competencia europea iba a informar a IAG de su negativa a la operación. Por segunda vez iba a transmitir su desacuerdo con las soluciones presentadas por Iberia para poder comprar Air Europa, pero IAG ha decidido retirarse antes de que eso se produjera: «es lo más beneficioso para el accionista». Lo cierto es que, de seguir recortando el negocio para que Bruselas le diera el visto bueno, Iberia iba a comprar Air Europa para quedarse un 40% o menos de los vuelos de la compañía, teniendo que ceder todos los demás. Y eso es una operación con una falta de rentabilidad evidente.

Air Europa volara sola, y ya ha dicho que es «una empresa rentable que continuará con su plan estratégico», que le llevó en sus últimos resultados a marcar cifras récord.

Dos han sido los puntos de inflexión por los que esta operación ha terminado decayendo.

Salida de Calviño

Nadia Calviño, actual presidenta del Banco Europeo de Inversiones -BEI-, fue ministra de Economía y vicepresidenta del Gobierno hasta finales del pasado 2023, y fue a su vez quien dio el visto bueno a la operación de fusión que Iberia proponía al hacerse con el control de Air Europa.

De hecho, en el momento en que se rescató, a través de distintos créditos -ICO especialmente- a Air Europa, la propia Calviño trató de que ambas aerolíneas se entendieran, e incluso explicó a varios colegas europeos las bondades que podía tener la compra. Llegó a decir públicamente que el Estado se planteaba ser parte de la operación.

Pero llegado el momento de análisis de esa compra por parte de Europa, Calviño ya no formaba parte del Gobierno, Air Europa había ofrecido unos resultados récord y el aeropuerto de Madrid daba unas cifras escandalosamente altas de turistas.

La propia Comisión llegó a preguntar al Gobierno por su opinión, como contamos en este diario, y Carlos Cuerpo, prudente ministro de economía, no quiso interferir en la operación. «La idea en el ministerio», nos dijeron, «es esperar a que se pronuncie Europa, y luego valorar lo que ocurra». Se limitaba el Gobierno, en realidad, a cumplir el orden lógico y marcado en estos casos: oferta, análisis de competencia, posibles soluciones y, finalmente, valoración o puesta en marcha de los mecanismos que se necesiten en función de todo o anterior.

Presiones de Francia y Alemania

Ni París ni Berlín querían que la operación saliera adelante. Aunque la Comisión Europea había permitido que Air France gestionase el aeropuerto de París o que el grupo Lufthansa hiciera lo mismo en Fránkfurt, la idea de que IAG gestionase en solitario Madrid era algo que costaba asimilar por parte de Competencia.

Bruselas entendía que el aeropuerto de la capital española servía de puente con la mayoría de rutas de Oriente y Latinoamérica, además de ser una de las rutas preferentes con Nueva York. Y al oído de Bruselas, una y otra vez, tras presentar cuentas negativas o incluso tras lograr la autorización con ITA, Lufthansa susurraba que Madrid era una pieza muy grande. Igual que se alimentaba el miedo a que un jugador externo a Europa, como es Catar, gestionase uno de los mayores gigantes de las aerolíneas del Viejo Continente.

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