La incertidumbre política podría sustraer hasta 0,8 puntos de crecimiento hasta 2017, afirma BBVA

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El economista jefe del Grupo BBVA, Jorge Sicilia (d), y el responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA Research, Rafael Doménech. (Foto: EFE)

La incertidumbre política podría sustraer hasta 0,8 puntos de crecimiento en los próximos dos años, advierte el servicio de estudios de BBVA.

No obstante, la evolución del PIB se está resistiendo, y la previsión de crecimiento de BBVA Research se mantiene en el 2,7 por ciento para este año y el siguiente con una creación de un millón de puestos de trabajo en los dos años que dejaría la tasa de paro en el 17,5%, por encima de lo esperado por el Ejecutivo.

La incertidumbre sobre el futuro de la política económica se mantiene en niveles elevados, aunque hasta el momento los costes parecen limitados”, subraya el informe elaborado por la entidad.

Es más, de no ser por dicha coyuntura política incierta, las revisiones del Producto Interior Bruto durante este año podrían incluso ser al alza dado el buen comportamiento exhibido en lo que llevamos de 2016. A juicio de BBVA, la economía podría incluso reeditar el 0,8 por ciento de crecimiento en el segundo trimestre, lo que llevaría a la entidad a mejorar su previsión del 2,7% para este año.

Aunque los vientos de cola que venían empujando la recuperación pierden algo de fuerza, otros factores lo están compensando. El precio del petróleo ha comenzado a repuntar. El alivio de la política monetaria sobre el crédito a las familias se está agotando porque ya no pueden bajar más los tipos. Y el euro no va a depreciarse más. De modo que la resistencia de la economía española obedece al comportamiento de la renta disponible, que sigue creciendo empujada por el empleo y la rebaja del IRPF a pesar de las caídas bursátiles. Esta mayor renta tira de la demanda, lo que a su vez impulsa el empleo, el consumo y la inversión en una suerte de círculo virtuoso que se retroalimenta pero que puede perder algo de vigor conforme avanzan los meses.

Y ese proceso podría acentuarse si esta incertidumbre sobre la política económica se prolonga. De hecho, BBVA calcula que la prima de riesgo puede haber subido 0,25 puntos básicos por la situación política de España.

Además, los economistas de BBVA sostienen que la puesta en marcha de proyectos de inversión podría estar siendo afectada por la elevada incertidumbre, tanto externa como interna. Y eso se traduce en que los indicadores de inversión continúan dando señales mixtas. Por una parte, la inversión en bienes de equipo crece pero se desacelera. Por otro, la importación de bienes de capital y la confianza industrial muestran signos de mejora. De cara al futuro inmediato, la tendencia al alza de la demanda doméstica y externa permite prever la ampliación de la capacidad productiva. Eso sí, por el lado de la construcción la incertidumbre se está reflejando en una desaceleración de la mejora del sector, cuya recuperación prosigue a un ritmo más lento de lo previsto.

En cuanto al sector exterior, la recuperación de las exportaciones a destinos europeos ha neutralizado la menor demanda de los países emergentes, lo que permitirá que las ventas al extranjero aumenten un 5%. El turismo sigue creciendo a buen ritmo, aunque el gasto por visitante se está aminorando.

Respecto al cumplimiento del déficit público, éste seguirá reduciéndose, sobre todo por el aumento de la actividad que genera mayores bases imponibles y, en consecuencia, mayores ingresos. Sin embargo, BBVA prevé una desviación de 3 décimas, unos 3.000 millones de euros, sobre el objetivo del 3,6% del Gobierno. En opinión de los expertos de la entidad, las Comunidades no alcanzarán sus metas de austeridad y el ajuste debería centrarse más en el gasto de las Administraciones, cuyo consumo crecerá este año a tasas de un 1,6%, fundamentalmente por la creación de empleo público.

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