Horas decisivas en Holaluz: Carlota Pi busca vender su participación para evitar que la echen

Carlota Pi no logra el apoyo del Gobierno catalán

La línea de crédito de 7 millones es una venta de la participación de la fundadora

Holaluz, Carlota Pi

La situación en Holaluz es crítica, depende de la última carta de su fundadora, Carlota Pi, y todo debe resolverse antes de este viernes, o los accionistas mayoritarios de la compañía la echarán a través de un Consejo Extraordinario. En el caso de que ese Consejo no saliera como quieren, Holaluz irá a la quiebra.

El Gobierno de Cataluña ya ha movido todos los resortes para, a través de Avançsa (financiera de la Generalitat), dar 3 millones de crédito a la compañía, a los que Carlota Pi añade 1,8 millones de préstamos convertibles de dos ‘family offices’, y una línea de liquidez de 7 millones. Pero todo esto, que ha publicado la propia compañía, tiene truco. La línea de liquidez, según ha podido saber OKDIARIO, está vinculada a la venta de la participación de la propia Pi. La última carta de Carlota para mantener el control de su empresa pasa por deshacerse de su participación. Si no logra tener ese dinero ni convencer a los inversores (hoy mismo se levantaba la suspensión de cotización en el BME Growth y sólo había órdenes de venta), se verá sometida al Consejo Extraordinario en el que quieren meterle los grandes accionistas de la compañía.

Hoy mismo debe presentar resultados, después de que Axon Capital e Inversiones (16,8% del accionariado) y Geora Pentsioak (6,68%) se negasen a firmar las cuentas, y de la proyección que presente depende la credibilidad del proyecto. Si es que le queda alguna. La negativa de los accionistas a firmar esas cuentas se debía a la deriva económica: 26 millones de euros en pérdidas en el último año y 65 en total. Y no hay un claro plan de retorno.

Dos opciones antes de una quiebra

La primera opción pasa porque las maniobras de Carlota Pi logren estabilizar la actividad de la compañía, promueva después una ampliación de capital y, entre tanto, el autoconsumo vuelva a repuntar. Algo complicado si tenemos en cuenta las últimas cifras en España. Además, los últimos casos de compañías que lograron una línea de crédito vinculada a la venta futura de acciones (Quabit, Gowex…) no convencieron a los inversores, y finalemente quebraron.

La segunda de las opciones tiene un camino más duro para el accionista minoritario. No habría ampliación de capital. Axon y Geroa se hacen con el control, siguen sin firmar las cuentas, obligan a celebrar un Consejo Extraordinario y terminan por cambiar el Consejo; echan a Carlota Pi y tratan después de reflotar la compañía, que contaría todavía con 150.000 clientes y unos activos que podrían venderse.

Relación Carlota Pi – José Elías

La fundadora de Holaluz trató de maniobrar la pasada semana para evitar la crisis en la que se ha visto sumergida la compañía, llamando a José Elías, dueño de Audax Renovables, para proponerle una entrada en el accionariado a través de una ampliación de capital, pero Elías ya había recibido otra llamada. Cuando el propietario de Audax (y de los congelados La Sirena) entró en el despacho de Carlota en Badalona, ya sabía que no accedería a la petición de Holaluz. Axon y Geroa habían maniobrado primero: ofrecían el puesto de Pi a Elías, y casi la tercera parte de la compañía.

Elías rechazó las dos ofertas: ni se quedaría el puesto de Carlota Pi, ni entraría en esa ampliación de capital. Prefiere esperar y comprobar si, efectivamente, la compañía es capaz de sobrevivir.

La encrucijada ahora es para los grandes accionistas. Han jugado contra la fundadora, que tampoco encuentra como enderezar el rumbo, y han perdido por completo la confianza de los inversores. Carlota Pi debe lograr crédito antes del viernes, pero fiarlo a la línea de liquidez de 7 millones puede ser un ancla demasiado pesada. Axon y Geroa seguirán esperando porque consideran que la gestión de la hasta ahora Presidenta Ejecutiva ha terminado por ser un fracaso.

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