La guerra comercial lleva al BCE a recortar los tipos de interés hasta el 2%
La entidad presidida por Christine Lagarde relaja la política monetaria por octava vez y las estrategas anticipan otra rebaja más en septiembre
El ECB contempla que la inflación se moderará al 1,6% en 2026

El Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a recortar por octava vez el precio del dinero este jueves en 25 puntos básicos hasta situar la tasa de depósito (la referencia) en 2%, una decisión que fue esperada de forma unánime por los economistas y las casas de análisis. Así, Fráncfort intentará contener las réplicas expansivas de la guerra comercial de Donald Trump que han empezando a sacudir a los mercados financieros y ralentizar a la economía global. La moneda europea se ha fortalecido un 0,12% y ha tocado los 1.1455 dólares tras la decisión de la entidad.
La resistencia de Europa a la volatilidad económica fue apoyada por el último dato de inflación en mayo, con los precios contenidos por debajo del umbral del 2%. La nueva estrategia de la OPEP y sus países exportadores, de abrir el grifo con oferta adicional de petróleo, también fue uno de los factores decisivos que abrió la puerta al recorte. Lagarde, en Fráncfort este jueves ha hecho guiños de que la senda de bajadas se acerca a su fin: «hemos casi concluido nuestro ciclo de política monetaria que ha lidiado con una serie de choques» aunque el consenso del mercado es que habrá uno más en septiembre.
Otro orden del día para los veintiséis responsables políticos del Eurobanco es la revisión de las expectativas económicas, decisión que Lagarde abordará a las 14.45 (hora peninsular) este jueves. En este sentido, el BCE ha rebajado sus expectativas de inflación hasta el 1,6% del 1,9% previo de cara a 2026 y ha mantenido sus previsiones anteriores del 2% para 2027. El Consejo de Gobierno, no obstante, aún anticipa crecimiento moderado del 0,9% para los países del Veintisiete en en 2025 y ha alertado que las perspectivas de inflación siguen siendo «inciertas».
La postura del ECB ha sido decisivo este jueves y la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha desatacado la «resiliencia de la economía europea frente a los choques globales». Por otro lado, Lagarde ha alertado del impacto negativo que los aranceles tendrán en el crecimiento económico y ha instado a la zona euro a ser «más competitiva» y «más productiva».
Aunque el Viejo Continente ha navegado con cierta calma el asalto comercial de Washington, Bruselas aún se encara al punto álgido de sus negociaciones comerciales con la Casa Blanca, que amenaza con gravámenes del 50%. El resultado de las charlas diplomáticas mantenidas entre ambas potencias tendrá un impacto decisivo en el rumbo económico del espacio europeo. La zona comunitaria tiene como fecha límite el 9 de julio para alcanzar un acuerdo contundente con Estados Unidos y evitar las tasas arancelarias.
Además, el camino económico de Europa no es la única incógnita sobre la mesa durante la reunión de este jueves. El papel de Lagarde al frente del BCE también queda incierto, después de que el diario económico británico, el Financial Times, adelantó que Lagarde estaba explorando salirse de la entidad para liderar al Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) y sustituir al cargo del fundador Klaus Schwab. Schwab dimitió tras liderar la entidad durante 55 años por un supuesto escándalo de corrupción.
La respuesta de Lagarde acerca del futuro de su cargo al frente del BCE fue rotunda este jueves: «No estás a punto de ver mi espalda» afirmó en la rueda de prensa posterior a su discurso. Lagarde ha asegurado que terminará su mandato hasta 2027.