Barclays pide la cabeza del director financiero de Grifols tras revelar su deuda a la CNMV
Grifols reacciona con alzas este viernes a la publicación de sus cuentas con el formato exigido por la CNMV, lo que se traduce en que su deuda es 1.100 millones superior a la anunciada. El mercado se temía algo peor, pero, aun así, ha recibido nuevas críticas de los analistas. Esta vez provienen de Barclays, que pide la cabeza del director financiero de Grifols, Alfredo Arroyo.
El valor abría a la baja después de informar el jueves por la tarde de estas cifras, pero luego se daba la vuelta y llegaba a subir un 3%, y finalmente cerraba con un leve descenso del 0,27% hasta 9,03 euros. Este aumento de la deuda publicada (ya existía pero la contabilizaba de otra manera) y una reducción de 234 millones del Ebitda (beneficio operativo bruto) eleva su ratio de endeudamiento de 6,3 a 8,4 veces el Ebitda.
«Los inversores se temían algo todavía peor», comenta una fuente del mercado. Cabe recordar que JP Morgan estimaba que el endeudamiento real podría situarse en 9,5 veces el Ebitda como informó OKDIARIO y que Gotham City Research en su primer informe de enero lo calculaba entre 10 y 13 veces.
Barclays también insiste en la solidez del negocio de Grifols pero advierte de que queda mucho por hacer para que la empresa se recupere: “Seguimos siendo positivos con el negocio de plasma y pensamos que la historia de recuperación sigue vigente, pero pensamos que tendrá que ser mayor de lo esperado inicialmente”, asegura en un informe en el que recorta el precio objetivo de la acción un 28%, desde 18 a 13 euros. No obstante, sigue estando más de un 40% por encima de su cotización actual.
El desafío del flujo de caja
El banco británico señala como el gran desafío de Grifols el mismo que Gotham City: el flujo de caja (cash flow), que siguió siendo negativo en 2023 y que la empresa prevé que se sitúe en torno a cero este año (precisamente, esta previsión provocó la mayor caída de la historia del valor en Bolsa, del 34%, el 29 de febrero).
Esta variable (que mide los ingresos menos los gastos e inversiones de una empresa) es imprescindible para poder hacer frente a la elevada deuda de la compañía, que se eleva a 10.557 millones con la forma de contabilizarla exigida por la CNMV. La capacidad para generar flujo de caja de Grifols está limitada por los fuertes compromisos de inversión en su participada estadounidense ImmunoTek.
Si no consigue mejorarlo, se verá abocado a una refinanciación de los próximos vencimientos de deuda: un bono en febrero de 2025 y otro en mayo por un total de 1.800 millones, más una facilidad de crédito revolving de 1.000 millones de dólares en noviembre. Estas dudas son las que han provocado la rebaja del rating de Grifols por las principales agencias, a pesar de que Grifols usará 1.600 millones de la venta de Shanghai RAAS a hacer frente a parte de esta deuda.
El director financiero
Precisamente, la incapacidad del director financiero de Grifols, Alfredo Arroyo, para explicar las previsiones de cash flow es lo que le ha puesto en la picota de Barclays. El citado informe sostiene que es incomprensible que un ejecutivo como Arroyo, que lleva más de 10 años en Grifols, no fuera capaz de explicar al mercado la situación de la variable crítica de la empresa y tuviera que hacer un comunicado al día siguiente para intentar aclararlo.
Por eso, señala que “cabe esperar que, si el nuevo CEO decidiera buscar un sustitutito, sería bien recibido por el mercado». Es decir, considera que Nacho Abia, el nuevo consejero delegado que ha tomado posesión esta semana, debería destituir al director financiero tras un error tan grave que costó pérdidas millonarias a lo accionistas.
Respecto a los vencimientos de deuda de Grifols, Barclays cree que, a pesar de los 1.600 millones de Shaghai RAAS, Grifols tendrá que refinanciar al menos 500 millones dada la nula generación de caja.