Pensiones

El Gobierno da luz verde a una pensión sin cotizar: estas personas podrán solicitarla en 2025

pensión sin cotizar
Blanca Espada

La jubilación sigue siendo una de las principales preocupaciones de miles de ciudadanos en España. Con cada reforma, los requisitos para acceder a una pensión contributiva se endurecen y aumentan las dudas sobre qué opciones tienen quienes no han llegado a cotizar los años necesarios. En este contexto, la pensión no contributiva de jubilación se presenta como una alternativa para muchas personas mayores en situación vulnerable y más cuando se puede acceder a ella sin cotizar, aunque se deben cumplir una serie de requisitos que a continuación os detallamos.

Este tipo de pensión ya existía dentro del sistema de prestaciones sociales, pero ha vuelto a cobrar protagonismo tras la confirmación del Gobierno de que se mantendrá vigente en 2025, con condiciones específicas. No se trata de una pensión contributiva ni requiere haber trabajado, pero sí está sujeta a unos requisitos concretos que deben cumplirse en todos los casos. Aunque la ayuda no cubre grandes gastos, puede significar un alivio importante para quienes carecen de ingresos suficientes al llegar a la vejez. Por eso es importante conocer bien en qué consiste, quién puede pedirla, cuánto se cobra y cómo iniciar el trámite.

El Gobierno da luz verde a una pensión sin cotizar

La pensión no contributiva de jubilación es una prestación económica de carácter asistencial. Está destinada a personas mayores de 65 años que, por no haber cotizado nunca o no haber alcanzado el mínimo exigido, no pueden acceder a una pensión contributiva. Su finalidad es garantizar un ingreso básico para quienes se encuentran en situación de necesidad y carecen de otros recursos.

Para 2025, la cuantía íntegra establecida es de 564,70 euros al mes, repartidos en 14 pagas anuales, lo que supone 7.905,80 euros al año. Si el beneficiario tiene ingresos por otras vías (por ejemplo, rentas, pequeñas pensiones o ayudas familiares), el importe de la pensión se reduce proporcionalmente, sin llegar a eliminarse del todo, siempre que no se supere el límite económico establecido.

Requisitos para acceder a esta pensión

A diferencia de las pensiones contributivas, aquí no se exige haber cotizado. Sin embargo, sí hay que cumplir con una serie de condiciones. Estas son las tres claves que determinan si se puede o no acceder a la pensión no contributiva de jubilación:

  • Edad mínima: tener 65 años o más en el momento de presentar la solicitud. No se permiten excepciones ni anticipos.
  • Residencia legal en España: haber residido legalmente en España durante al menos 10 años, contados entre los 16 años de edad y el momento de solicitar la pensión. Además, los dos últimos años deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud.
  • Ingresos económicos: no superar el límite anual de 7.905,80 euros si la persona vive sola. Si convive con familiares, el umbral cambia dependiendo del número de personas en el hogar y del grado de parentesco. Cuanto más grande sea el núcleo familiar, mayor es el límite permitido.

Complementos y reducciones en la cuantía

La pensión no contributiva también contempla algunas situaciones especiales. Por ejemplo, quienes tengan reconocido un grado de discapacidad igual o superior al 75% y necesiten ayuda de otra persona para las tareas básicas pueden acceder a un complemento económico adicional.

En cuanto a las reducciones, si el solicitante tiene ingresos por otras vías (aunque sean bajos), la Seguridad Social ajustará el importe mensual. La pensión puede reducirse, pero no se pierde si el total de ingresos no supera el máximo fijado para el año en curso.

Dónde y cómo tramitar la solicitud

Para pedir esta pensión, hay que realizar un trámite que puede hacerse de forma presencial o por correo. No se permite, de momento, hacer la solicitud completamente en línea. Los formularios están disponibles en los servicios sociales de cada comunidad autónoma y en la web del IMSERSO (Instituto de Mayores y Servicios Sociales).

Documentación necesaria:

  • Formulario oficial de solicitud.
  • DNI o NIE del solicitante.
  • Certificado de empadronamiento.
  • Justificantes de ingresos y patrimonio.
  • Documentación que acredite la residencia legal en España (como certificados del padrón histórico o vida laboral).

Una vez entregada toda la documentación, el tiempo de espera para la resolución varía según cada comunidad, pero suele oscilar entre tres y seis meses. En caso de aprobación, la pensión se cobra con efectos retroactivos desde la fecha de presentación de la solicitud.

Una ayuda modesta, pero necesaria

La pensión no contributiva no es una solución para vivir cómodamente, pero puede marcar una diferencia real para muchas personas mayores en riesgo de exclusión social. Aunque no compensa una vida laboral, sí permite cubrir necesidades básicas en aquellos casos donde no existe otra red de apoyo.

Conocer este tipo de prestaciones es fundamental, sobre todo en un escenario en el que cada vez más personas llegan a la edad de jubilación sin haber cotizado lo suficiente. La información clara y el acceso a los trámites son, en este sentido, tan importantes como la ayuda en sí.

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