Estos son los jubilados que Hacienda tiene en el punto de mira: comprueba si eres uno de ellos
La Agencia Tributaria pone el ojo en las pensiones contributivas y su cuantía
El error de la Seguridad Social que está bajando las pensiones: así puedes reclamar
Subida histórica de la incapacidad permanente total en 2025: los nuevos importes
Para muchos jubilados, la idea de enfrentarse a la Agencia Tributaria no es algo que tengan en mente. Después de décadas de trabajo, lo último que esperan es que su pensión se convierta en motivo de preocupación fiscal. Sin embargo, la realidad es que Hacienda está poniendo especial atención en determinados jubilados y sus declaraciones de la renta.
El sistema fiscal español establece límites y condiciones para la tributación de las pensiones, pero estos han cambiado en los últimos años. Lo que antes era una exención fiscal segura, ahora puede convertirse en una obligación tributaria inesperada. Por eso, es importante entender qué jubilados están en el punto de mira de Hacienda y qué pueden hacer para evitar problemas. El principal problema que enfrentan muchos pensionistas es el desconocimiento de las normativas y los ajustes fiscales que pueden afectar sus ingresos. Cambios en las deducciones, modificaciones en los tramos del IRPF y la existencia de varios pagadores son factores que pueden hacer que un pensionista pase de estar exento a tener que tributar. La clave está en conocer bien la situación personal y anticiparse a cualquier sorpresa desagradable.
¿Por qué Hacienda ha puesto el foco en los jubilados?
La Agencia Tributaria ha reforzado su control sobre las pensiones contributivas con el objetivo de equipararlas al resto de rentas sujetas a tributación. Tradicionalmente, muchos pensionistas quedaban fuera de la obligación de declarar porque sus ingresos eran bajos o porque las pensiones no estaban sujetas a grandes retenciones. Sin embargo, con el aumento progresivo de las prestaciones y los ajustes fiscales en curso, cada vez más jubilados se verán obligados a presentar la declaración de la Renta.
El foco de Hacienda no es casualidad. En los últimos años, se ha detectado un incremento en el número de pensionistas que, sin ser conscientes de ello, superan los umbrales de tributación. Además, algunos complementos privados y otros ingresos adicionales han complicado aún más la fiscalidad de los jubilados.
¿Quiénes deben declarar su pensión?
El criterio principal para determinar si un jubilado debe presentar la declaración de la renta es el importe de su pensión y la cantidad de pagadores que tiene. Actualmente, la normativa establece que:
- Si una persona recibe una única pensión y esta no supera los 22.000 euros anuales, no está obligada a presentar la declaración de la renta.
- Si la pensión anual supera los 22.000 euros, la persona debe declarar y pagar el IRPF correspondiente.
- Si el jubilado tiene dos o más pagadores, el límite de exención baja a 15.000 euros anuales. Es decir, si además de la Seguridad Social se perciben otros ingresos, como planes de pensiones privados o rentas del alquiler, el pensionista puede verse obligado a declarar incluso con una pensión relativamente baja.
El problema de los dos pagadores
Uno de los errores más frecuentes entre los jubilados es desconocer el impacto de tener más de un pagador. Muchas personas reciben su pensión de la Seguridad Social, pero también cuentan con ingresos procedentes de un plan privado, una mutualidad o incluso una empresa en la que trabajaron y que complementa su jubilación.
Cuando esto ocurre, el sistema fiscal español considera que existen dos pagadores, y esto puede suponer un ajuste en la declaración del IRPF. ¿El resultado? Que el jubilado, que hasta entonces no había tenido que pagar impuestos, ahora se encuentre con una deuda inesperada con Hacienda.
Además, en muchos casos, la Seguridad Social aplica una retención mínima a las pensiones, lo que hace que el jubilado apenas note los descuentos fiscales en su pensión mensual. Sin embargo, al hacer la declaración de la renta, se calcula el total de ingresos y se aplican las retenciones correctas, lo que puede derivar en una cuantiosa cantidad a pagar.
¿Cómo evitar sustos con la declaración de la Renta?
La mejor forma de evitar sorpresas desagradables es anticiparse a los cambios fiscales y revisar la situación personal con tiempo. Algunos consejos útiles son:
- Solicitar un ajuste en la retención del IRPF: en muchos casos, es posible pedir a la Seguridad Social que aplique una retención mayor en la pensión para evitar pagar grandes cantidades en la declaración de la renta.
- Consultar con un asesor fiscal: un experto puede ayudar a revisar la situación tributaria y anticipar posibles problemas antes de que lleguen.
- Tener en cuenta todos los ingresos: no solo la pensión de la Seguridad Social cuenta. Cualquier ingreso adicional, como planes de pensiones privados, rentas de alquiler o dividendos de inversiones, puede hacer que el jubilado supere los umbrales y tenga que tributar.
- Presentar la declaración aunque no sea obligatorio: en algunos casos, hacer la declaración de la renta, incluso si no es obligatorio, puede ser beneficioso, ya que puede permitir acceder a deducciones o beneficios fiscales.
Hacienda vigila más que nunca
El control sobre las pensiones contributivas se ha intensificado en los últimos años. Hacienda ha puesto el foco en los jubilados para evitar que queden rentas sin tributar y, con los cambios en los límites y tramos del IRPF, más pensionistas se verán obligados a rendir cuentas al fisco.
Es importante que cada jubilado revise su situación y, si tiene dudas, consulte con un profesional. Evitar una sanción o un susto en la declaración de la renta está en manos de cada contribuyente, y cuanto antes se actúe, mejor.
Si eres jubilado y aún no has revisado cómo te afectan estos cambios, ahora es el momento de hacerlo. Hacienda ya ha puesto la lupa sobre las pensiones contributivas, y es mejor estar preparado para lo que pueda venir frente a la nueva campaña de la declaración de la renta y que dará comienzo el 2 de abril.