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Esto es lo que tienes que hacer si no puedes pagar el IRPF: lo dice la OCU

Pagar el IRPF
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

A medida que se acerca el cierre de la campaña de la Renta, muchas personas descubren que tienen que pagar una cantidad significativa en su declaración del IRPF, especialmente si han tenido ganancias importantes por la venta de una vivienda, acciones u otro tipo de bienes. Esta situación puede generar un verdadero quebradero de cabeza para quienes no disponen de suficiente dinero en el banco para hacer frente al pago.

En este contexto, tal y como recuerda la OCU, la propia Agencia Tributaria ofrece dos alternativas perfectamente legales para aquellos contribuyentes que no pueden abonar el total de su deuda fiscal en un único pago: fraccionamiento en dos plazos y solicitud de un aplazamiento. Cada una tiene sus condiciones, ventajas e implicaciones, por lo que es importante conocerlas en detalle para tomar la decisión más adecuada según la situación económica personal.

¿No puedes pagar el IRPF? Esto es lo que recomienda la OCU

La OCU insiste en que lo más importante es no dejar pasar el plazo de presentación sin actuar. Si no puedes pagar el IRPF, no lo ignores ni lo dejes para el último momento. Tanto el fraccionamiento como el aplazamiento son herramientas diseñadas por la propia Agencia Tributaria para facilitar el cumplimiento de tus obligaciones, siempre que sigas los procedimientos adecuados.

Fraccionamiento

Una de las fórmulas más accesibles y utilizadas  es el fraccionamiento. Esta modalidad permite al contribuyente abonar el importe en dos plazos, sin generar intereses adicionales ni requerir trámites complicados.

Este sistema de fraccionamiento se encuentra disponible dentro de la propia plataforma de la Agencia Tributaria, Renta Web, y suele estar activado por defecto al empezar la declaración. Para acogerse a este modelo, es importante cumplir con los plazos establecidos por Hacienda.

Si presentas tu declaración antes del 26 de junio de 2025, podrás domiciliar el primer pago sin problemas. El 60% del total a pagar se cargará automáticamente en tu cuenta bancaria el 30 de junio, y el 40% restante se cargará automáticamente en tu cuenta el día 5 de noviembre de 2025.

En cambio, si presentas tu declaración a partir del 26 de junio (incluido ese día), ya no podrás domiciliar ese primer plazo. En este caso, el pago se debe realizar en el mismo momento en que se presenta la declaración. Es fundamental tener en cuenta este detalle para evitar contratiempos.

Acceder al fraccionamiento no requiere una solicitud formal ni la presentación de documentos adicionales. De hecho, al iniciar la declaración con Renta Web, la casilla de pago fraccionado suele aparecer ya seleccionada.

En resumen, si puedes asumir el 60% del impuesto ahora y prefieres ganar algo de margen para pagar el resto unos meses después, esta opción es ideal. Solo asegúrate de presentar la declaración dentro de plazo.

Aplazamiento

Si no puedes pagar ese primer 60% del IRPF, aún hay una alternativa: el aplazamiento. Esta modalidad te permite dividir el pago en más plazos o posponerlo, pero a diferencia del fraccionamiento, sí tiene intereses.

En 2025, el interés de demora aplicable al aplazamiento es del 4,0625% anual, una cifra relativamente baja si se compara con otros tipos de financiación. Sin embargo, si el importe que debes supera los 50.000 euros, Hacienda exigirá que presentes garantías, avales o algún tipo de respaldo financiero para aceptar tu solicitud.

La solicitud de aplazamiento se puede realizar durante la presentación de tu declaración desde la plataforma Renta Web:

  1. Marca la opción de pago «No fraccionado» al llegar al apartado de formas de pago.
  2. En la sección «Forma de ingreso», elige la opción «Otras modalidades de pago».
  3. A continuación, selecciona la alternativa «Reconocimiento de deuda con solicitud de aplazamiento».
  4. Haz clic en «Aceptar» y luego en «Firmar y Enviar».
  5. Aparecerá una notificación con el enlace «Tramitar deuda». Debes hacer clic en ese enlace.
  6. Selecciona la opción «Aplazar» e introduce los datos solicitados: número de cuotas, periodicidad, cuenta bancaria, etc.
  7. Para finalizar, pulsa en «Firmar y Enviar» para formalizar la solicitud.

Si no pagas el IRPF dentro del plazo establecido, Hacienda puede iniciar un procedimiento de apremio para reclamar la deuda pendiente, igual que ocurre con cualquier otra obligación tributaria. Esto significa que, además del importe original, se aplicarán recargos e intereses por demora que aumentan la cantidad a pagar.

En caso de impago, Hacienda enviará un requerimiento formal y, si no se atiende, podrá embargar tus cuentas bancarias, salarios, pensiones o incluso bienes para recuperar el dinero adeudado. Por ejemplo, si no pagaste el IRPF tras la declaración y no solicitaste fraccionamiento ni aplazamiento, te expones a estas medidas coercitivas.

Además, no cumplir con el pago del IRPF afecta tu historial con Hacienda, dificultando futuras solicitudes de aplazamientos o facilidades de pago y pudiendo generar problemas adicionales en tus gestiones fiscales. Por eso, si no tienes liquidez para abonar el IRPF de una sola vez, es fundamental utilizar las opciones legales como el fraccionamiento o el aplazamiento que ofrece Hacienda para evitar sanciones y embargos.

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