Los españoles apoyan a los agricultores tras las protestas: el 82% prioriza el producto nacional
El 82% de los consumidores españoles prioriza la compra de producto nacional en origen y «el 74% tiene en cuenta que sea de su región», según el informe Observatorio de frescos correspondiente a mayo de 2024 elaborado por la cadena de supermercados Aldi. Ignacio Cid, directivo de la compañía, afirma a OKDIARIO que los hogares están teniendo en cuenta en sus decisiones las protestas que los agricultores han llevado a cabo en España en los últimos meses.
«Hemos visto que el consumidor tiene una percepción de lo que está sucediendo (las manifestaciones agrícolas) y hemos visto, también, que, de cara al futuro, puede estar percibiendo riesgos en ese sentido», explica el directivo. Por tanto, los españoles temen que las malas circunstancias del campo acaben repercutiendo en la cesta de la compra.
El informe de Aldi destaca, además, que «cerca de la mitad de los españoles», un 47%, «no tiene en cuenta los productores, sino la región donde se cultiva». Este factor ha crecido «6 puntos porcentuales respecto al año anterior».
Es decir, ante las continuas noticias de productos importados con diferentes problemas para la salud, los consumidores han aumentado su interés por los alimentos que se han cultivado en territorio nacional o, incluso, regional.
Interés por el producto nacional
A finales del pasado mes de abril, se conoció que se había detectado en España una nueva partida de fresas con hepatitis llegadas desde Marruecos, la tercera desde el inicio de 2024. En este caso se ha dado una circunstancia diferencial, y es que esa partida fue retirada cuando ya había pasado la frontera y ya estaba en España, camino del mercado.
Las fresas con hepatitis son el resultado de procesos de riego con presencia de aguas fecales. Es decir, una persona infectada transmite a través de sus heces la enfermedad, según los expertos consultados por OKDIARIO.
De hecho, un análisis solicitado por los agricultores y revelado por OKDIARIO muestra que las judías provenientes de Marruecos poseen 0,029 mg/kg (miligramos por cada kilogramo) de benzoato de emamectina B1 a, uno de los pesticidas que se utilizan para el tratamiento de las hortalizas con el fin de reducir la presencia de insectos en las plantaciones. Estos niveles triplican los topes que establece el Reglamento de los límites máximos de residuos de diferentes insecticidas de la Comisión Europea.
Por todo ello, una de las exigencias de los agricultores durante las protestas era poder estar presentes en las inspecciones de los alimentos importados, especialmente en aquellas ocasiones en las que su procedencia era del norte de África.
En declaraciones a este medio, Unión de Uniones, la segunda organización agraria más representativa de España, exigía que «se tomen muestras de todos los productos que entran de países terceros y se hagan las pruebas de los análisis de residuos tóxicos». El representante de la asociación aseguró que, si esto se hiciera, «muchísimas de las partidas de productos que están entrando en España serían devueltas a su país de origen porque no cumplen los requisitos impuestos de la Unión Europea».
El temor a que estos alimentos acaben llegando al supermercado ha impulsado a los españoles a tener un interés mayor por conocer el origen del producto, pero, específicamente, el lugar concreto en el que se ha cultivado.
Los consumidores piden saber el origen
Por otro lado, el informe de Aldi muestra que los españoles apoyan al sector agrario: «Valoran que los (productos) frescos provengan de pequeños productores o cooperativas agrícolas, ambos con un 27% de las preferencias, que sean de proveedores conocidos, un 20%, o sean productos ecológicos, un 15%».
«Claramente, el origen de los frescos es relevante para las familias españolas. Sin embargo, a la hora de recibir información sobre la trazabilidad de los frescos, estas la consideran escasa y, mayoritariamente (88%) piensan que los supermercados deberían de ofrecer más información al respecto», explica el documento.
Es decir, los españoles exigen que los vendedores informen mejor sobre el verdadero origen de lo que compran para tener una mayor seguridad alimentaria, algo que vuelve a reflejar la desconfianza de los consumidores ante la importación de productos de países con controles más relajados que los europeos.
«La proximidad se ha posicionado como un factor relevante en la compra de frescos. La gran mayoría de familias, el 79%, tienen en cuenta el origen de los productos frescos que compran, hasta el punto que es determinante para el 62% de ellos a la hora de decidir comprarlos», sentencia el estudio de la cadena de supermercados.