Blanqueo de capitales

Rato cobró 835.024 euros de comisión por dos contratos publicitarios de Bankia

Un auto del juzgado de instrucción número 31 de Madrid decreta el procesamiento de Rato, Fernández Norniella y otra serie de colaboradores, además de las agencias Publicis y Zenith Media, por distraer más de 2 millones de euros

Rodrigo Rato
Rodrigo Rato, en el juicio

Rodrigo Rato se embolsó 835.024 euros de comisión por dos contratos publicitarios de Bankia en 2011 y 2012. Así lo considera un auto del juzgado de instrucicón número 31 de Madrid, que está investigando al ex vicepresidente del Gobierno, actualmente en prisión, por presunto blanqueo de capitales. Según reza el auto, al que ha tenido acceso OKDIARIO, «aparece indiciariamente acreditado que durante los ejercicios fiscales de 2011 y 2012, Bankia contrató servicios de publicidad con las empresas Publicis Comunicación España SLU y Zenith Media SL, a cambio de una comisión de 2,022 millones de euros con el fin de objter dichos contratos que ambas mercantiles abonaron a la sociedad Albisa Inversiones y Asesoramiento».

Albisa era una sociedad de Alberto Portuondo Coll, socio de Rato, que a su vez, según reza el auto judicial, y en virtud de un conrato firmado en 2011, «transfirió a la sociedad Kradonara 2001 SL, controlada por Rodrigo de Rato Figaredo, la cantidad de 835.024 euros».

El juez de instrucción envía las diligencias al Ministerio Fiscal y a las partes acusadoras y mantiene la investigación penal (antigua imputación) de Rato, Portuondo, José Manuel Fernández Norniella (también en el juicio de la salida a Bolsa), Teresa Arellano y otras nueve personas físicas, además de las dos agencias publicitarias Publicis y Zenith, como personas jurídicas.

Este procesamiento tras varios años de instrucción es un nuevo inconveniente judicial para Rato, que ya está en prisión por su condena por las ‘tarjetas black’ de Caja Madrid, que es el principal investigado por varios delitos en el juicio de la salida a bolsa, y que está bajo la lupa por posible blanqueo de capitales.

Rato está actualmente en la cárcel y sólo sale diariamente para acudir a la Audiencia Nacional.

Relato de los hechos

En las diligencias previas del juez, que ponen fin al proceso de instrucción a falta de que Fiscalía o las partes afectadas aporten más documentación, se establece un relato de los hechos de cómo se produjo presuntamente la distracción de más de dos millones de euros a través de un trato de favor para otorgar el concurso publicitario a Zenith y Publicis.

Rato cobró las comisiones mediante pagos a la sociedad Albisa por unos supuestos servicios que nunca se produjeron

Según la investigación, Rato contrató a la sociedad Lateralmente, de Alberto Portuondo Coll, para darle servicios de asesoría a Presidencia. En 2011 se firmó un contrato de asesoramiento con Albisa Inversiones, controlada por el mismo Portuondo, una empresa sin empleados y con sede en el domicilio de Portuondo. El contrato contemplaba unos servicios de consultoría por 40.000 euros mensuales mediante los cuales «se fueron girando diversas cantidades a Albisa Inversiones SL en las que sorprendentemente es el encargado de su pago quien fija la cantidad».

Según dice el juez, estas factura nos se correspondían con una contraprestación real de los servicios de consultoría sino quera el conducto «para dar cobertura la legal para abonar a Rodrigo Rato Figaredo su parte en las comisiones objetnidas por Albisa (Portuondo) de las publicitarias Zenith y Publicis».

Responsabilidad de Norniella

Una de las piezas clave fue Teresa Arellano, contratada por Rato como secretaria de presidencia de Caja Madrid y a la que fue otorgando sucesivamente más funciones en detrimento de la anterior directora de Comunicación, Pilar Trucio. Según Trucio, cuando ella no quiso firmar los contratos publicitarios y demandó que fuera la propia Arellano -que estaba quedándose paulatinamente con sus funciones- quien lo hiciera, «al cabo de tres meses fue despedida».

Según el relato de la antigua directora de Comunicación, la contratación de Zenith y Publicis «no siguió el cauce normal» y fue decidida directamente por Rato, encargándose Fernández Norniella de ejecutar todos los pasos.

Este auto supone otro golpe en la línea de flotación de Rodrigo Rato y de Fernández Norniella, quien ha seguido como continua línea de defensa en el juicio a Bankia su desconocimiento de las decisiones que supuestamente afectaron a la entidad bancaria.

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