DIA se encamina a una guerra de OPAs tras la irrupción de un grupo de inversores nacionales

Como ha publicado este miércoles este diario, un grupo de inversores españoles acompañado por un miembro de la familia francesa ex propietaria de Carrefour, Gregoire Bontoux, ha adquirido el 3,2496% de DIA. Según explican fuentes conocedoras de la situación, este grupo de inversores ha sindicado sus acciones y sumarán más inversores para alcanzar hasta un 10% de la firma.

Se trata de Pedro Gómez-Pablos, Ingeniero de Caminos, ex socio de Indra, su hermano Pablo Gómez-Pablos, financiero, y Gregoire Bontoux, uno de los miembros de la familia ex propietaria de Carrefour hasta 2008, cuando decidió vender su acciones de la compañía francesa. Son las caras visibles de este grupo de inversores.

De acuerdo con las fuentes consultadas en el entorno de estos inversores, su intención es la de plantear una oferta alternativa a la presentada este martes por Fridman, que valora el 100% de la compañía en 417 millones de euros. Fridman ofrece con esta OPA voluntaria controlar la empresa invirtiendo 296 millones, el coste del 71% que no controla todavía.

El precio es considerado irrisorio y este grupo de empresarios va a dar la batalla para evitar que la firma caiga en manos del magnate ruso. De momento, como es habitual, las acciones de la empresa se han disparado en Bolsa y este miércoles han cerrado a 0,73 euros después de revalorizarse otro 4,31% -que se suma al 63% del martes-.

Consejo

Las dos operaciones se cruzan con la propia hoja de ruta del Consejo de DIA, que se ha reunido este miércoles. La firma ha decidido acelerar sus planes y presentará los resultados de 2018 el viernes y, en principio, también las líneas básicas de su Plan Estratégico.

Además, el Consejo ha analizado los planes anunciados por Fridman para controlar la compañía. En una nota enviada a la CNMV, el Consejo ha sembrado dudas sobre el plan de Fridman al considerar que la ampliación de capital de 500 millones de euros prevista en caso de que la OPA voluntaria se cierre con éxito no sería suficiente para sanear la compañía.

En el citado comunicado, remitido a la CNMC a última hora de la noche, el Consejo de DIA explica que la operación «no ofrece certeza sobre su ejecución efectiva ni sobre el momento de su implementación, ni tiene en cuenta las obligaciones de la Sociedad frente a sus acreedores ni sus vencimientos de deuda a corto plazo».

El Consejo, que se reserva su opinión sobre la OPA a 0,67 euros hasta que se apruebe por la CNMV y se publique el folleto, no ha movido ficha sobre el siguiente paso en su alternativa a Fridman: convocar la Junta de Accionistas para aprobar la ampliación de capital acordada ya en Consejo en diciembre. A esta ampliación de capital de 600 millones se opone Fridman ya que le obligaría a invertir 180 millones de euros solo para no diluirse.

La duda del Consejo es si legalmente puede continuar adelante con sus planes o la presentación de la OPA de Fridman le obliga al «deber de pasividad».