Fridman espera a un nuevo desplome en DIA para lanzar la OPA
Fridman ya tiene un 25% de DIA
El interés de Amazon juega en contra del magnate
DIA ha vuelto a perder los dos euros por acción que recuperó tras desvelar OKDIARIO el interés de Amazon en la compañía de distribución española. Los títulos de la firma cotizan muy cerca de sus mínimos, lo que está provocando que la tentación de Mikahil Fridman de lanzarse a por la cadena de supermercados está más cerca que nunca. Tanto es así, que según fuentes conocedoras, el magnate sólo espera un nuevo derrumbe para lanzar la OPA.
El inversor ruso, que ostenta un 25% del capital de DIA, ha estado nervioso en los últimos tiempos. Los malos resultados, la incertidumbre sobre el futuro de la compañía y los constantes cambios que se están produciendo en el consejo está generando desconfianza en el mercado, que ha castigado al valor con con caídas que ya van por el 55% en lo que va de año. Sin embargo, este desplome ha provocado que la rentabilidad por dividendo de DIA se haya disparado incluso por encima del 6%, lo que le convierte en uno de los valores más atractivos en lo que a remuneración al accionista se refiere.
La calma de Fridman llegó tras embolsarse casi 30 millones de euros vía dividendo de DIA. Sin embargo, la salida de China y la importante caída en las ventas en nuestro país provocó que los beneficios de 2017 cayeran hasta un 40%. El ruso quiere hacer cambios cuanto antes. El tiempo apremia y DIA sigue perdiendo valor para el accionista -obviando los dividendos-, por lo que el magnate podría lanzarse más pronto que tarde a por el 100% de la compañía española, que ya cuenta en su consejo con dos personas de confianza de Fridman: Stephan DuCharme, que fue consejero delegado de la cadena de supermercados líder en Rusia, X5, y Karl-Heinz Holland, ex consejero delegado de Lidl.
Fridman ha aprovechado los mínimos en los que cotizan los títulos de DIA para hacerse fuerte en su accionariado. En las últimas sesiones, el inversor ha comprado acciones por un valor que supera ya los 100 millones de euros.
Y es que Fridman tiene un plan: echar a la cúpula a base de una compra masiva de acciones cocinada a fuego lento. A Ricardo Currás, así las cosas, sólo le queda una opción para frenar la embestida del inversor ruso, y pasa por comprar acciones al mismo ritmo que éste. Algo que, a día de hoy, “resulta imposible”, según fuentes conocedoras de la operación.