Duro Felguera retoma hoy las obras para concluir la central de Iernut en Rumania por casi 70 millones
El Ministerio de Energía rumano concedió ayer la autorización para retomar los trabajos que durarán 16 meses
Duro Felguera aprueba la ampliación de capital de 90 millones con la entrada de sus socios mexicanos
La CNMV no obligará a lanzar una OPA sobre Duro Felguera al considerarla «en peligro grave e inminente»
Duro Felguera retoma este jueves las obras de la central de ciclo combinado de Iernut (Rumanía) tras recibir ayer las pertinentes autorizaciones del Ministerio de Energía de ese país. Después de varios meses de parada de obras por diferencias en los sobrecostes, la compañía que dirige como consejero delegado Jaime Argüelles se encargará de acabar y poner en marcha la central (construida en más del 80% según el gobierno rumano) a partir de hoy. Estas obras de finalización deberán estar concluidas en 16 meses a partir de hoy y supondrán a la empresa asturiana unos ingresos de 69,8 millones de euros.
Tras la pasada junta general de la compañía tanto su presidenta, Rosa Aza, como el consejero delegado (CEO), Jaime Argüelles subrayaron el esfuerzo de sus equipos en retomar las negociaciones de diversos contratos que permitan a la empresa afrontar su reflotamiento.
Uno de estos contratos es el de la central de ciclo combinado rumana para la compañía gasista semipública rumana Romgaz. Iernut es un proyecto de 430 megavatios (MW) de potencia instalada e incluye cuatro turbinas de gas más cuatro calderas de recuperación para la producción de vapor con tres niveles de presión y dos turbinas de vapor.
El contrato de la construcción de la planta, con un valor de adjudicación de 245 millones de euros incluye la ingeniería básica y de detalle, el suministro de equipos principales, montaje electromecánico de turbinas de gas y turbinas de vapor y liderazgo técnico y la puesta en marcha de la misma antes de su entrega a la compañía energética rumana de mayoría estatal Romgaz.
Acuerdo en mayo
La obra ha estado parada varios meses y sujeta a múltiples renegociaciones. Los problemas llegaron a tal punto que el contrato estuvo a punto de ser rescindido; con el consiguiente riesgo de posibles reclamaciones por la demora del socio rumano, Romelectro, en finalizar sus trabajos.
Sin embargo, la gestión de la empresa asturiana pudo, finalmente, lograr un acuerdo con las autoridades rumanas hasta el punto de que el pasado mes de mayo, la compañía que dirige Jaime Argüelles cerró un acuerdo con Romgaz que ha permitido la conclusión de la central.
La construcción se inició a través de un consorcio (Duro Felguera controlaba el 70%) junto a la empresa local Romelectro. Sin embargo, Romelectro fue a concurso de acreedores. El consorcio tuvo problemas por la insolvencia de esta compañía entre otras cosas y tuvo que pararse la obra. La empresa asturiana asumió entonces el compromiso adquirido por el consorcio y, por tanto, Duro Felguera será quien termine la obra en solitario.
En esta línea, fuentes próximas a Duro Felguera han manifestado su satisfacción por el «éxito de gestión para la compañía que supone haber logrado retomar este proyecto, una infraestructura estratégica para Rumanía con un importante efecto en la reducción de emisiones del país».
La ingeniería asturiana cuenta en este segmento con otros contratos de relieve, como la planta de proceso en la mina de plata de Zgounder, en Marruecos para la compañía canadiense Aya Gold & Silver. El contrato de ingeniería, adquisición y construcción (EPC por sus siglas en inglés) tiene un valor de 78 millones de dólares (71,24 millones de euros).
Al mismo tiempo, Duro Felguera participa en el proyecto Olefins Expansion (Polonia) de PKN Orlen con un contrato para el diseño, ingeniería, suministro, prefabricación, transporte al sitio y montaje de 26 tanques de proceso para la refinería de Plock. Además, la compañía asturiana tiene en este momento dos proyectos de plantas de producción de hidrógeno renovable en ejecución. Una está en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) y otra en el sur de Europa, con un cliente confidencial.