Los dentistas piden el cierre de sus clínicas: «Tengo 61 años, soy hipertenso y trabajo a 40 cm de mis clientes»
El empresario José Arrabal, con la calculadora en mano, cifra en más de 30.000 euros el impacto económico del coronavirus en sus negocios.
Las clínicas dentales forman parte de la lista de establecimientos que tienen permitido abrir al público, tras decretarse el estado de alarma por la crisis del coronavirus. Farmacias, ópticas y ortopedias son otros comercios relacionados con el sector de la salud que tampoco cierran sus puertas, ya que para el Gobierno de Pedro Sánchez son servicios de primera necesidad.
José Arrabal tiene dos clínicas dentales en la provincia de Málaga. En su caso tiene colgado el cartel de cerrado. «Me ha visto obligado a cerrar porque tengo 61 años, soy hipertenso y trabajo a 40 centímetros de mis clientes», asegura el odontólogo a OKDIARIO.
«Somos uno de los grupos que corremos más riesgo a la hora de realizar nuestro trabajo, después de los sanitarios”, denuncia Arrabal, que explica que «trabajamos con una aerosol a pocos centímetros de la cavidad oral de nuestros clientes, cuando la distancia recomendada por el Ministerio de Sanidad es mínimo de un metro».
Arrabal alerta del peligro del coronavirus para los dentistas: “No podemos olvidar que el virus sale por la nariz y la boca. Se trasmite por el flügge, que son las pequeñas gotas de líquido expedidas al hablar, toser, estornudar o incluso respirar».
Falta de equipos de seguridad
Para el odontólogo la única solución pasa por «cubrirnos enteros, desde el pelo hasta los pies, y posteriormente proceder a la desinfección de la sala». ¿El problema? No pueden acceder en el mercado a este tipo de material para garantizar su seguridad y recalca que «llevamos tres o cuatro semanas intentando conseguir mascarillas o guantes: es misión imposible».
José Arrabal con la calculadora en mano cifra en más de 30.000 euros el impacto económico del coronavirus en sus negocios: «Sigo pagando los gastos de personal, de infraestructuras, de seguridad, de luz, de agua y de impuesto, mientras mis ingresos son de cero euros”.
Los odontólogos: un vector de transmisión
Los odontólogos están expuestos al coronavirus, pero también sus pacientes. «Hay que tener en cuenta que al estar expuestos al virus nos podemos convertir fácilmente en un vector de transmisión», asegura el dentista malagueño.
Ante la situación de alarma, las clínicas dentales están obligadas a ofrecer a los ciudadanos un servicio de urgencia, siempre y cuando el cliente tenga un proceso infeccioso o un dolor muy grave que no puedan ser curado con medicación.
«Llevamos semanas esperando a que cierren las clínicas dentales como en el resto de países europeos y no hemos recibido respuestas», declara Arrabal y denuncia el abandono por parte del Gobierno de España ante lo que califica como «desastre sanitario».
Consejo General de Dentistas
Los odontólogos están en pie de guerra. El Consejo General de Dentistas se ha dirigido al Gobierno y al Ministerio de Sanidad para informarles de las acciones que están llevando a cabo, además de trasladarles «la difícil situación por la que atraviesa la profesión odontológica».
«El desabastecimiento de material y equipamiento protector nos ha obligado a muchos a cancelar nuestra actividad laboral, ya que, en caso contrario, nos exponemos al contagio del coronavirus tanto los facultativos como los auxiliares y pacientes», ha asegurado el presidente del Consejo General de Dentistas, Óscar Castro Reino.
La crisis del coronavirus está asestando un golpe brutal a la economía española. Autónomos, pymes y empresarios están sufriendo las consecuencias tanto del propio coronavirus como de las medidas tomadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez para paliarlo. En OKDIARIO queremos saber su historia: cuéntenosla en [email protected]