Los beneficios caen un 3%

Los costes laborales superan ya un 9% los de antes de la pandemia y los impuestos suben un 35%

Yolanda Díaz, funcionarios
Garamendi recordó este viernes por la mañana las consecuencias de no indexar la subida del salario mínimo a la contratación pública.

La evolución de la actividad durante el primer trimestre del año no es esperanzadora para las empresas españolas. A pesar de las reiteradas quejas de los sindicatos sobre la resistencia de las compañías a aumentar la retribución de sus empleados, los datos de Contabilidad Nacional del primer trimestre del ejercicio publicados por el Instituto Nacional de Estadística reflejan que la remuneración por asalariado y el coste laboral unitario continúan aumentando hasta una tasa de crecimiento entre enero y mayo del 3,6% y del 2% interanual, respectivamente. En comparación con la situación previa a la crisis, los costes laborales unitarios son un 9% superiores a los del cuarto trimestre de 2019.

La patronal española CEOE, que ha hecho un análisis al respecto, considera que este aumento de los costes para las sociedades resulta particularmente inoportuno en un contexto como el actual, de incertidumbre, riesgos a la baja para el PIB, mayores costes financieros y de encarecimiento de los inputs necesarios para su actividad frente a los niveles previos a la crisis. El estudio hace una referencia implícita a las subidas de tipos de interés -hoy el Banco Central Europeo decide el sesgo que adoptará en relación con la política monetaria-, así como al encarecimiento de los productos básicos, agudizado por la sequía, la continuidad de las tensiones en los mercados de suministro y la prolongación de la guerra en Ucrania, factores que configuran un escenario absolutamente incierto.

La consecuencia directa de este aumento de los costes laborales y las subidas salariales ya está teniendo un impacto directo sobre los beneficios empresariales, que son básicos para el sostenimiento de la actividad y el crecimiento económico, y cuyo comportamiento desmiente las acusaciones provenientes de los sindicatos así de como de miembros del Gobierno en el sentido de que las compañías están aprovechando la crisis y la incertidumbre para aumentar sus márgenes. Los datos de Contabilidad Nacional demuestran precisamente lo contrario. Por el lado de las rentas, se observa que el excedente de explotación bruto retrocede un 3% en términos trimestrales frente a los resultados del cuarto trimestre, y destaca muy llamativamente el notable aumento de los impuestos, que crecen un 35% como consecuencia del sucesivo aumento de las cuotas sociales y el impacto de las subidas de todo tipo practicadas en el Impuesto de Sociedades así como sobre sectores concretos de actividad como la banca y las eléctricas a través de figuras tributarias nuevas y extraordinarias.

De otro lado, las horas trabajadas crecen un 0,4% en el primer trimestre, tras la leve caída registrada en los últimos meses de 2022. Sin embargo, continúan estando por debajo de los niveles previos a la crisis (0,5% inferiores al cuarto trimestre de 2019). Más optimista es la evolución de la productividad, que mejora tanto por hora efectivamente trabajada como por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo, mostrando una aceleración en su ritmo de crecimiento interanual en el primer trimestre, hasta situarse en el 2,3% y el 1,5%, respectivamente.

Los datos de avance de Contabilidad Nacional del primer trimestre de 2023 reflejan una suave aceleración del crecimiento, con una tasa del 0,5%, tras la revisión hasta el 0,4% del tercer y cuarto trimestres de 2022. Pero la composición de los indicadores sigue mostrando una acusada debilidad de la demanda interna, cuya aportación al crecimiento es negativa (0,8%), y la fortaleza del sector exterior. La demanda interna vuelve a contraerse por segundo trimestre consecutivo, y cabe destacar a este respecto el notable retroceso del consumo privado. El consumo de los hogares cayó un 1,3% intertrimestral, tras el 1,7% de caída en el cuarto trimestre. Las expectativas de las familias se ven afectadas por la inflación acumulada y el impacto de la subida de los tipos de interés en los gastos financieros de los hogares con mayor endeudamiento.

El consumo público también retrocede en el primer trimestre, con una caída del 1,6% intertrimestral, y ha sido el componente que más se ha deteriorado (frente al 2% del cuarto trimestre), con lo que la tasa interanual también se desacelera significativamente, desde el 2,5% hasta el 1,3%. Por su parte, la inversión presenta un mejor comportamiento, volviendo a tasas trimestrales positivas, del 1,9%, tras dos trimestres en negativo. Esta mejoría se da en todos sus componentes: la construcción mejora un 1%, trimestral, mientras que la inversión en bienes de equipo crece un 3,8%. Dentro del análisis por sectores, se observa una cierta mejoría generalizada en términos interanuales. El avance más positivo se registra en la construcción, con un 5,8% interanual, seguido de los servicios, con un 4%, mientras que la agricultura y la industria crecen un 3,7% y un 3,6% respectivamente.

Desde el punto de vista del sector exterior, tanto las exportaciones como las importaciones han mostrado un notable repunte, tras la contracción mostrada en el último trimestre de 2022. El crecimiento más intenso de las exportaciones (5,8% trimestral) frente a las importaciones (3,1%) en el primer trimestre ha dado lugar a una aportación positiva del sector exterior que ha compensado la detracción de la demanda interna. Destaca el buen comportamiento del turismo internacional. El análisis de CEOE concluye en que, de cara al presente ejercicio de 2023, los riesgos siguen siendo a la baja. El impacto de la subida de los tipos de interés sobre el consumo e inversión de familias y empresas, la inflación y la situación de las finanzas públicas, junto al panorama geopolítico, configuran, entre otros factores, un escenario que puede lastrar la actividad y el empleo, principalmente en la segunda mitad del año.

Lo último en Economía

Últimas noticias