La Comisión Europea endurece su discurso sobre España al pedir claridad jurídica para las empresas
La Comisión Europea ha endurecido su discurso sobre España en su análisis de Invierno al incluir nuevos conceptos, hasta ahora no presentes, que en su opinión son necesarios para mantener el crecimiento. Uno de los más llamativos es la incorporación en el resumen de ese documento de una petición para que se implemente una clara»regulación empresarial, particularmente para los servicios» entre las reclamaciones que hace al Gobierno español. No es baladí que esta exigencia se cuele este año en el informe, coincidiendo con la entrada en vigor de medidas como el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y la inseguridad jurídica que afrontan las empresas ante la amenaza de una «contrarreforma» laboral.
De hecho, en el documento completo difundido hoy afirma que «el incremento del salario mínimo podría reducir la pobreza laboral, pero también puede dañar las perspectivas de empleo de los jóvenes y trabajadores de baja cualificación».
Además, la Comisión Europea advierte que la situación política que se ha vivido en el último año ha tenido un impacto negativo para España, que ha perdido tiempo en poner en marcha las reformas que tiene pendientes. «El contexto político cambiante durante el último año, con un cambio de Gobierno en junio de 2018 y nuevas elecciones previstas en abril, se ha visto reflejado en un progreso lento general de reformas», afirma el documento.
Se acaban los progresos en materia laboral
Bruselas hace un breve repaso a las asignaturas pendientes de la economía española. Como viene siendo habitual, menciona el mercado laboral y su fragmentación como una de sus mayores debilidades. Sin embargo, si se compara la nota de este año con la del pasado, se observa cómo la Comisión Europea ha eliminado del apartado laboral la mención a los progresos, que en el informe de 2018 todavía destacaba, al recordar «los avances hechos, especialmente entre 2012 [año de la reforma laboral de Fátima Báñez que Pedro Sánchez se dispone a modificar antes de las elecciones] y 2015». Ahora, Bruselas no hace alusión alguna a avances en la regulación en materia de empleo y se limita a recordar que el «todavía alto desempleo» es una «vulnerabilidad».
«El paro ha continuado a la baja, pero sigue siendo alto», afirma la Comisión Europea en el informe. Y a renglón seguido añade: «La implementación de políticas activas para incrementar el potencial de crecimiento se han reducido».
Atención al déficit
En el apartado del déficit, Bruselas también ha lanzado un recado a España al recordar en el documento de Invierno de 2019 que «esfuerzos adicionales serán necesarios para llevar las finanzas públicas hacia un camino más sostenible». Una frase que contrasta con la que incluyó el pasado año, cuando afirmó que «las previsiones de déficit se reducen en el tiempo».
Los vaivenes de España con el déficit son motivo de preocupación en Bruselas, donde no se pidió información adicional a España sobre los ingresos estimados por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para este año en los Presupuestos que pactó con Podemos y que finalmente no han sido aprobados. Con las cuentas públicas de 2018 prorrogadas de manera automática y los anuncios sociales que quiere hacer el Gobierno en su precampaña para el 28-A, el próximo Ejecutivo tendrá que acometer un recorte de más de 12.000 millones de euros (13.000 millones si se incluye el desfalco de la Seguridad Social) en un plazo aproximado de seis meses para poder cumplir con las exigencias de la Comisión Europea y aproximarse al déficit del 1,3% prometido para este año.
En este contexto, el Ejecutivo comunitario asegura que encuentra «elevados riesgos» para la sostenibilidad fiscal en España. El alto coste de las pensiones, junto con la elevada deuda pública siga siendo motivo de preocupación para los técnicos de la CE que han incluido a España en el listado de 10 países europeos con desequilibrios significativos.
En el análisis de Invierno, en el que la Comisión Europea hace un repaso a todas las economías de los Estados Miembros y también repasa elementos sociales, también se destaca la necesidad de incrementar los esfuerzos del país en inversión en I+D+i. La falta de recursos en Innovación y Desarrollo es una constante que ya aparecía en el estudio de 2018 y que este año vuelve a resaltarse como un «desafío pendiente».