Celma asegura que no hubo ningún borrador de auditoría sobre las cuentas de Bankia de 2011
El socio auditor de Deloitte Fracisco Celma ha afirmado que el expresidente de Bankia Rodrigo Rato le preguntó cómo sería la opinión del auditor sobre las cuentas de 2011 en el caso de contar con la información pendiente de recibir sin ajustes y añadiendo una inyección de capital de 7.000 millones de euros, una información que le pidió que le enviase por escrito y que, en ningún caso, se trataba de un informe de auditoría.
Así lo ha indicado Celma en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia que se celebra en San Fernando de Henares (Madrid), en el que ha asegurado que el 17 de abril recibió una llamada de Rato interesándose por la evolución de la auditoría, afirmando que pediría que le remitiesen la documentación pendiente y comunicándole que Bankia iba a recibir una inyección de capital de casi 7.000 millones de euros de ayudas públicas.
Rato quería saber cómo sería la opinión del auditor contando con esa inyección de capital. Según Celma, la respuesta fue que sin la documentación no podía trabajar, por lo que no estaba avanzando en el trabajo de auditoría. «El presidente me dijo: ‘olvídate de la dichosa documentación, imagina que te la damos y además lo de los 7.000 millones’», ha relatado Celma.
Durante esta supuesta conversación telefónica, el socio auditor le explicó que, en el caso de recibir la documentación, que del análisis de la misma no surgiera ningún ajuste, y que recibiese algún tipo de información firmada que corroborara los 7.000 millones de euros, podría emitir una opinión que constaría de un párrafo inicial donde se indicara la opinión limpia, otro referido al real decreto 2/2012 en cuanto a provisiones y resultados, otro sobre el plan que la entidad debía entregar al Banco de España, otro párrafo enfatizando sobre los requerimientos de capital de la EBA y otro indicando que dado el deterioro de la economía hay riesgos para el futuro de la actividad.
Antes de terminar esta enumeración de cómo sería ese supuesto informe, Celma ha recordado que Rato le interrumpió para pedirlo por escrito. «Me dijo, ‘espera Paco, es muy tarde y es difícil de seguir este tema por teléfono. ¿Me lo puedes mandar por escrito? Y mándaselo también a Sergio Durá (el entonces interventor de Bankia), que entiende de esto’. Llegué a casa y empecé a preparar un papel que es lo que yo envié al presidente y a Durá «, ha relatado el socio de Deloitte, quien asegura que después de esa llamada nunca volvió a hablar con Rodrigo Rato.
Celma ha reiterado que este mensaje que envió a Rato no se trataba de un borrador de auditoría, como identificaron algunos exconsejeros a su paso por el banquillo, porque se fundamentaba en dos hechos que no se llegaron a producir: la recepción de la documentación y la inyección de capital que planeaba el expresidente del banco.
Además, ha defendido que un borrador de auditoría se elabora cuando se ha terminado el trabajo, no ha surgido ningún problema, y se entrega en el comité de auditoría. «De hecho, la única diferencia entre el borrador y la opinión firmada es la firma del socio. Ese papel nunca se lo di al comité de auditoría porque estaba basado en una conversación privada con Rato», ha asegurado.
Durante el interrogatorio, Celma también ha desmentido que no auditara las cuentas de 2011 por la supuesta presión del exministro de Economía Luis de Guindos, con el que asegura que nunca habló. «Jamás he hablado con nadie de Economía sobre un cliente», ha apostillado