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El BCE endurecerá las exigencias de capital de BBVA por las condiciones de la OPA sobre Sabadell

BCE, BBVA, Sabadell
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Las condiciones aceptadas por la CNMC -la autoridad de Competencia- para autorizar la OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell tendrán una consecuencia muy relevante para el banco que preside Carlos Torres: el BCE endurecerá su análisis de riesgos con un plazo mayor y, con ello, las exigencias de capital para la entidad.

Así lo aseguran fuentes cercanas al supervisor bancario europeo: «El BCE pasa de analizar los riesgos del banco a un año vista a hacerlo a tres años, ya que debe mantener el crédito a los clientes del Sabadell durante ese plazo. Eso supone un incremento del riesgo y eso siempre conlleva unos mayores requisitos de capital», explican.

Se trata de un nuevo contratiempo para el BBVA, a pesar de que la CNMC haya sido muy laxa en su dictamen. Esto se suma a otros problemas que se han ido sucediendo en el año transcurrido desde que anunció su aproximación «amistosa» al Sabadell, que transformó en OPA hostil ante el rechazo del banco que preside Josep Oliu a la operación.

Para empezar, los dividendos y recompras de acciones del Sabadell han aumentado su atractivo en solitario, junto al deterioro de las economías de México y Turquía, muy importantes para el BBVA. Los accionistas del primero cambiarían un banco que sólo está presente en mercados desarrollados (España y Reino Unido) por otro con su principal negocio en mercados emergentes.

Todo esto se ha traducido en que la prima de la OPA es negativa desde enero, es decir, valen más las acciones del Sabadell en Bolsa que las del BBVA que recibirá el accionista si acude a la oferta.

Por otro lado, el nuevo diseño del impuesto a la banca penaliza a los bancos más grandes al ser progresivo, es decir, la unión de BBVA y Sabadell tendrá que tributar más que ambos bancos por separado. Esto, sumado al Impuesto de Sociedades, reducirá las sinergias estimadas de 750 millones a unos 365. Asimismo, las sinergias anunciadas de 100 millones por menores costes financieros se quedarán en unos 15 por la mejora del rating del Sabadell.

En tercer lugar, la subida de las cotizaciones de todo el sector en Bolsa han provocado que ahora el precio ofrecido por el Sabadell se sitúe por encima de su valor en libros. Esto implica que en vez de tener un beneficio en capital (el llamado fondo de comercio negativo, badwill) tendrá una pérdida (fondo de comercio positivo, goodwill) de en torno a 1.300 millones.

A todo ello hay que añadir la más que probable fuga de clientes si sale adelante la operación, con la consiguiente pérdida de negocio; Santander y CaixaBank están afilando las armas para captarlos. Y, por supuesto, la negativa del Gobierno a permitir la fusión posterior de las dos entidades, lo que obligaría -si la cumple- al BBVA a mantener al Sabadell como entidad independiente y le impediría alcanzar muchas de las sinergias.

Finalmente, el endurecimiento de las exigencias del BCE al BBVA pinta un panorama muy negativo para éste.

Los analistas e inversores creen que la única forma de que triunfe la OPA es que Torres suba el precio y, además, lo haga ofreciendo una parte en efectivo. Algo que iría en contra de los intereses de sus propios accionistas porque implicaría pagar más por algo que vale menos para el BBVA. De hecho, su consejero delegado, Onur Genç, volvió a reiterar el martes en la presentación de resultados trimestrales que no van a subir el precio.

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