Bankia se despide: el Estado recupera sólo 3.303 millones de los 22.424 del rescate en casi 9 años
Bankia fue rescatada un mes de junio de 2012 con un dinero proveniente de Europa que sumó casi 23.000 millones de euros. Aunque se habló en su momento de que devolvería hasta el último céntimo, el balance final ha sido otro muy distinto.
Corría el mes de mayo de 2012 y el Gobierno de Mariano Rajoy apenas había desembarcado en La Moncloa unos meses antes. La situación de Bankia, que había salido a Bolsa el 20 de julio de 2011 con Rodrigo Rato al frente y desde entonces acumulaba todo un ‘via crucis’ en el mercado, ya era insostenible y el ministro de Economía de España, Luis de Guindos, se había reunido esa misma semana con el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, que le había urgido a anunciar ya el rescate de la entidad. Finalmente, el Ejecutivo anunció un sábado que el Gobierno tenía que intervenir la entidad por un agujero de más de 23.000 millones de euros.
El rescate se hizo con dinero fresco de Europa en forma de préstamos, que tomaba el Reino de España de Bruselas y a su vez transfería a Bankia. Pero al final, estos préstamos sólo se han devuelto en una cantidad mínima. El Estado sólo ha recuperado 3.303 millones de euros y asumirá la integración de Bankia en Caixabank habiendo recibido tan sólo un 14% de todo lo aportado hace 8 años y medio.
De estos 3.303 millones, la mayoría de los fondos se han devuelto con las dos operaciones de colocación de capital realizadas por el propio Luis de Guindos. La primera fue la venta de un 7,5% en febrero de 2014 por 1.304 millones. La segunda, otro 7% en diciembre de 2017 por 818 millones. En total, 2.122 millones de euros se recuperaron por esta vía.
Por otra parte, por la vía de los dividendos el Fondo de Regulación Ordenada Bancaria (FROB) ha cobrado 1.180 millones de euros desde el año 2014 hasta el 2019: 128 millones en el 2014; 195 en el 2015; 211 en el 2016, 207 en el 2017; 219 millones en el 2018 y 220 millones en el 2019.
En el 2020 entró la pandemia mundial del coronavirus y el Banco Central Europeo suspendió el pago de dividendos a cargo del año 2019, que se cobrarían en 2020, para que las entidades reforzaran su capital ante la posibilidad de que el aumento de morosidad afectara a sus cuentas. Esta primera medida ya limitó el cobro de dividendos del Estado y por el momento, la restricción sigue vigente.
El propio Goirigolzarri ha reconocido que llegar a la devolución de todas las ayudas está ahora mismo «lejos».
Un nimio dividendo
Sin embargo, el dividendo que correspondería al FROB por los resultados de Bankia en 2020 no tendría nada que ver con los pagos anteriores y tampoco haría que cambiara mucho el panorama de la recuperación de ayudas públicas. Bankia ganó solo 230 millones de euros el año pasado, un 56% menos después de provisionar más de 500 millones para hacer frente a los estragos de la pandemia.
Pero además, la restricción del Banco Central Europeo manda que como mucho el 15% de los beneficios anuales puedan ser repartido entre los accionistas. Con esta serie de limitaciones, al FROB, dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos, le correspondían tan solo 21,39 millones de euros, un 0,09% de todas las ayudas disponibles. Con dividendos así, que tienen carácter extraordinario por la situación sanitaria, harían falta siglos para recuperar las ayudas públicas.
Un nuevo modelo
Sin embargo, dado que la integración jurídica entre Bankia y Caixabank debería producirse en este primer trimestre de 2021 y que estos resultados anuales de 2020 han sido en teoría los últimos en presentarse en el auditorio de Caja Madrid en la Plaza de Castilla de la capital de España, el dividendo que corresponde al FROB por los resultados de Bankia cambiará.
De hecho, tal y como ha informado el presidente de la entidad José Ignacio Goirigolzarri, Bankia retrasará el pago de su dividendo a abril o mayo y se pagará dividendo a los accionistas del nuevo banco. A todos los que son ahora de Caixabank y todos los que son ahora de Bankia. Se pagará en relación a los beneficios de la nueva entidad conjunta.
Es decir, dado que el Estado tendrá un 16% de la nueva Caixabank, cobrará dividendo en base al 15% de los beneficios de Bankia y de Caixabank, como grupo consolidado. Sin embargo, al haber la restricción por parte del regulador presidido por Christine Lagarde, tampoco hay que esperar que el FROB recupere mucho del dinero que todavía se le adeuda por el rescate de 2012, consecuencia especialmente de la burbuja inmobiliaria y cómo se gestionó -inflando el precio de los activos y prestando con tasaciones sobrevaloradas- durante años en Caja Madrid y en Bancaja, especialmente, aunque no sólo, dado que en Bankia también estaban integradas La Caja de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria), Caja Ávila, Caja Segovia, Caixa Laietana y Caja Rioja.
Todas estas cajas también aportaron parte del agujero, aunque sin duda nada tenía que ver con el volumen del desequilibrio de pérdidas que aportaron Caja Madrid y Bancaja.