Reestructuración bancaria

Banco Sabadell rechaza ofertas de 300 millones por el británico TSB porque pide 1.000

Josep Oliu asegura que la venta "será menos inminente de lo que se esperaba"

Banco Sabadell descarta fusiones en tres años y abre la puerta a cobrar por los depósitos minoristas

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Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Banco Sabadell ha recibido varios acercamientos de potenciales interesados en comprar su problemático banco en Reino Unido, TSB. Estas ofertas ofrecen en torno a 300 millones de euros pero el presidente de la entidad española, Josep Oliu, considera que es un precio demasiado bajo y pretende obtener en torno a 1.000 millones, según fuentes conocedoras de la situación.

Las ofertas no son formales, ya que el banco no ha iniciado un proceso de venta como tal. Las fuentes afirman que una de estas ofertas proviene de Clydesdale Bank, la entidad británica de la que provenía la actual presidenta de TSB, Debbie Crosbie. Otras aproximaciones provienen de fondos de inversión, entre ellos Lone Star. En diciembre, varios medios publicaron el interés de Virgin y del propio Santander para fusionarlo con su filial británica.

El propio Oliu reconoció ayer en la presentación de los resultados de Sabadell en 2020 que la venta de TSB es «menos inminente de lo que se esperaba». Es decir, no tiene tanta prisa como para tener que venderlo a cualquier precio. «Si se va a vender o cuándo, no ha quedado determinado. Si en algún momento hay un valor superior al que pensamos que podamos crear stand-alone (en solitario), se considerará».

Y añadió que «puede tener mayor valor en el futuro fuera del banco. Ahora pensamos en la creación de valor mediante su plan estratégico. Tiene una excelente marca, una plataforma que nos ha costado sudor y sangre, y está en vías de ponerse en una rentabilidad del 6%. Cuando el valor de este plan esté ejecutado, si sale una operación se contemplará, pero ahora no es el momento; debe seguir en nuestra cartera».

Giro respecto al discurso de diciembre

Esta actitud supone un giro importante respecto al planteamiento anunciado por el propio banco en diciembre, tras la ruptura de las conversaciones de fusión con BBVA. Entonces, la venta de TSB era uno de los pilares de su nuevo plan estratégico, e incluso contrató a Goldman Sachs para ejecutarla cuanto antes. El discurso oficial también era entonces que no importaba la pérdida que hubiera que asumir mientras «fuera neutral en capital».

Esto último es algo complejo, pero quiere decir que la venta no deteriore la solvencia del banco. Esta se calcula, simplificando, dividiendo los fondos propios entre sus activos. Al vender TSB por debajo del valor en libros se incurre en una pérdida que reduce los fondos propios (el numerador), pero al mismo tiempo se restan los activos británicos del denominador. El objetivo de Sabadell es que ambos efectos se compensen y no se reduzca el cociente.

¿A qué precio debe vender TSB para que eso ocurra? A 250 millones de libras (283 millones de euros), según su director financiero, Tomás Varela (que será sustituido por Leopoldo Alvear, fichado de Bankia). Una cifra que supone menos del 20% de su valor en libros. Ahora bien, Varela también dejó claro que «nuestra decisión no se tomará en relación a eso porque ese nivel ha estado siempre ahí. Tiene que ver con el valor de TSB, no con el nivel neutral en capital».

Menor presión del BCE

Algunas de las fuentes consultadas sostienen que este cambio de discurso respecto al banco británico puede deberse a que el BCE ha concedido un margen mayor a Sabadell y no ha querido forzarle a lo que se conoce como una fire sale, una venta a derribo. «El supervisor prefiere que venda más tarde por un precio más alto (que le permita acometer más ajustes y saneamientos en el futuro), que hacerlo ya y conseguir menos recursos», sostiene una de ellas.

Eso explicaría el rechazo de estos primeros acercamientos y el hecho de que Oliu pida un precio tan alto como 1.000 millones. En el improbable caso de que encuentre a alguien dispuesto a pagarlos, lo venderá sin dudarlo. De lo contrario, prefiere esperar a concluir la reestructuración en marcha y a aplicar ese plan estratégico, con el que espera poder alcanzar esa valoración (o al menos una más cercana que la actual) en el futuro.

En este sentido, el presidente de Sabadell explicó que la pérdida de 220 millones sufrida por TSB en 2020 se explica porque «hay 140 netos por cuestiones extraordinarias aparte de las provisiones por el covid: los costes de reestructuración y una provisión por temas de sector en Reino Unido que no se va a repetir. Sin esos impactos, los resultados habrían sido mucho mejores y están en franca progresión».

El año pasado redujo su plantilla en Reino Unido en 600 empleados y cerró 93 oficinas, y este año pretende cerrar 153 sucursales más. En 2020 las hipotecas crecieron un 53% hasta su nivel más alto desde 2017 a pesar de la pandemia, y los préstamos al consumo también aumentaron más del 30%.

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