La Audiencia obliga a BBVA a dar acceso a Béjar a los correos sobre quién contrató a Villarejo
La sección tercera de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional ha dado la razón a Antonio Béjar en su petición de que BBVA le de acceso a los correos en los que aparece en relación con la contratación del comisario José Manuel Villarejo a través de su empresa Cenyt. El juez Manuel García-Castellón había rechazado esta petición inicialmente por entender que vulneraba el derecho de defensa de BBVA, pero el antiguo director general de riesgos recurrió y ahora la sala ha fallado a favor de su recurso.
Se trata de una derrota muy importante para BBVA y su anterior presidente, Francisco González (FG), ya que una de sus estrategias de defensa era acusar a Béjar de contratar a Villarejo por su cuenta y riesgo sin conocimiento del presidente. Para ello, había aportado una serie de correos incriminatorios para su antiguo jefe de riesgos. El ex directivo de BBVA sostiene sin embargo que esos correos están descontextualizados y que faltan más, y por eso, para poder «demostrar su inocencia», había pedido que el juez obligara a BBVA a facilitarle todos los correos relacionados con el caso y no solamente los que ha aportado voluntariamente a la Audiencia.
La Sala de lo Penal, con el respaldo de la Fiscalía Anticurrupción, entiende que Béjar necesita tener acceso a estos correos para descartar su culpabilidad, ya que no tiene acceso a ellos desde que fue despedido del BBVA precisamente por declarar en la Audiencia Nacional en contra de la cúpula del banco. Así mismo, los jueces consideran que el acceso a estos emails no vulnera el derecho de defensa, como argumentaba el banco vasco y en contra de lo decidido inicialmente por García-Castellón, instructor del caso Tándem.
Giro radical al caso BBVA-Villarejo
Con esta decisión de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal, la instrucción de la pieza sobre las relaciones entre BBVA y Villarejo da un giro radical, puesto que ahora Béjar pretende demostrar que él no actuó en solitario sino que cumplió las órdenes de la cúpula del banco. De momento, están imputados FG, varios directivos y el propio banco como persona jurídica. La gran duda es si en algún momento el magistrado imputará también al actual consejo de administración o al sucesor de González, Carlos Torres, lo que le obligaría a dimitir del cargo por las normas de honorabilidad del BCE.
Béjar ha declarado en sede judicial que el ex presidente del banco, Francisco González, le “ordenó en persona” contratar con Cenyt, la empresa de Villarejo mediante la cual hacía sus espionajes presuntamente ilegales.
«González me dijo que tenía que contratar con quién me dijera Julio Corrochano», el exdirector de seguridad de la entidad que llevaba la relación con el excomisario. «Lo que decía el presidente se cumplía», añadió Béjar en una declaración el pasado noviembre.
Asimismo, el exdirectivo sostiene que él no tenía ni competencias para decidir la contratación de Villarejo ni medios para realizar los pagos por sus servicios. De hecho, Béjar también declaró en su momento que los pagos a la empresa del ex comisario se hicieron fuera del circuito ordinario, lo que presupone que esos pagos solo podían ser autorizados por la cúpula del banco.
Despido fulminante tras la ‘traición’ al banco
Su primera declaración ante García-Castellón, en la que implicaba a FG en la contratación de Villarejo, le costó sus despido fulminante de Distrito Castellana Norte (la antigua Operación Chamartín), cuya presidencia ocupaba después de abandonar la dirección general de riesgos de BBVA.
Aparte del recurso de Béjar, la Sala de lo Penal debe decidir sobre más apelaciones de varios perjudicados por el supuesto espionaje, como el expresidente de la CNMV, Carlos Arenillas, o el expresidente de Sacyr, Luis del Rivero. En estos casos, García-Castellón también había desestimado su petición de acceder a correos y otros documentos internos de BBVA en que aparecían citados. Pero ahora, con el precedente que ha sentado el recurso del exdirector de riesgos, se abre la puerta a que también ellos puedan recibir esa documentación. Ahora bien, tampoco pueden darlo por seguro porque hay una gran diferencia: Béjar era directivo del banco y los correos son suyos; simplemente, no podía acceder a ellos al haberle cerrado la cuenta tras su despido de DCN.
BBVA contrató a Villarejo en 2004 a través de su entonces jefe de seguridad, Julio Corrochano, para tratar de frenar la intentona de Sacyr de hacerse con el control del banco con el respaldo del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. En efecto, este asalto fracasó, pero Francisco González siguió pagando al comisario jubilado hasta 2017 por distintos servicios para el banco, como investigar a grandes morosos, defenderse de los ataques de Ausbanc e incluso la seguridad personal de FG en viajes a otros países.