¿Por qué Amancio Ortega (Inditex) se ha podido jubilar e Isak Andic (Mango) no?

Marta Ortega ha desvelado cuáles son las inquietudes de su hijo
Marta Ortega ha desvelado cuáles son las inquietudes de su hijo
María Villardón

Amancio Ortega (Inditex) e Isak Andic (Mango) han sido dos empresarios que durante años han competido de tú a tú en el sector textil. Sin embargo, la gallega ha crecido a una velocidad tan enloquecida que ha dejado a la catalana demasiado lejos de ser rivales. Ortega se retiró del día a día de la gestión en 2011 y Andic lo intentó, aunque sin éxito. El empresario brindó a su hijo Jonathan el bastón de mando, pero la empresa familiar, lejos de crecer, ha cerrado un 2016 para olvidar. En algunas ocasiones, ser los herederos no convierte a los hijos de los empresarios fundadores en sucesores. 

Hace apenas dos semanas que Mango, liderada por el empresario Isak Andic, presentó sus cuentas de 2016. Fueron decepcionantes, por primera vez en su historia la textil entraba en números rojos y bajaba su facturación. Cerró con pérdidas de 61 millones de euros, frente al resultado positivo de 11,8 millones del ejercicio anterior.

Inmaculada Urrea, consultora de Sofoco Media, explica a OKDIARIO su análisis: “Inditex tiene una gestión profesional y Mango no. La primera se deja aconsejar y la segunda no, eso es lo que pasa”.

Frente a Mango está Inditex, sin embargo, lo único que une a las dos marcas en este momento es el sector en el que operan. La gallega gestionada por Pablo Isla es imparable: cerró 2016 con un beneficio neto de 3.000 millones de euros y superó los 23.000 millones de euros en ventas. Inditex va viendo en popa, es más, tiene una capitalización de más de 100.000 millones de euros en la actualidad, aunque los analistas esperan siga superando y roce los 120.000 millones de euros en solo un año.

Por su parte, Carlos Delso, profesor de IE Business School, reconoce que Mango lo hizo muy bien hasta 2010 y 2011. Cree que entonces competía en igualdad de condiciones con Inditex “sin ningún complejo”, de hecho, “ha sido una empresa pionera en muchos mercados exteriores abriendo antes que la matriz de Zara, sin embargo, no ha sabido responder a la nueva situación del mercado”.

Los números de 2016 han sido un jarro de agua fría sobre la compañía catalana que, sin embargo, y según fuentes del sector, se veía venir desde que Andic decidió dejar el barco en las manos de un capitán inexperto: su hijo Jonathan, actual vicepresidente ejecutivo, según refleja el organigrama de Mango.

La compañía, por su parte, aclara a OKDIARIO que Isak Andic nunca se ha retirado, según confirman los datos del Registro Mercantil. Además, explican Andic siempre ha sido presidente ejecutivo de la compañía y por lo tanto máximo ejecutivo de Mango.

Un joven formado en la escuela suiza de Beau Soleil y licenciado en Comunicación Audiovisual en EEUU y formado más tarde en Contabilidad, Finanzas y Marketing en IESE Business School. En una entrevista en 2015 con el suplemento Mujer Hoy, Andic explicó cómo fue el momento en el que su hijo Johnny, así le llaman en su núcleo familiar, le dijo que quería trabajar en la empresa familiar: “Después de estudiar otra cosa que no tenía nada que ver con la economía, me dijo un día: ‘Oye, papá, lo que yo he cursado creo que no me va a dar mucho dinero y tengo ganas de trabajar en Mango’”.

Jonathan Andic, vicepresidente ejecutivo de Mango (Foto. Mango)

Y así es como Jonathan se incorporó a Mango en 2005 para familiarizarse con el proceso de creación, diseño y gestión de equipos, “colaborando estrechamente con las áreas de Producto y Compras”, tal como señala su información corporativa. Y en 2007 pasa a dirigir la línea masculina de la compañía “asumiendo el reto de lanzarla a nivel internacional”. Además, desde 2012 forma parte del Consejo de Administración y supervisa las áreas de Desarrollo de Producto, así como las funciones de gestión de la sede central.

Andic dejó a su vástago al frente de un gigante textil que, según aseguran a OKDIARIO fuentes cercanas a la firma, se le ha quedado demasiado grande. De hecho, tras presentar las cifras anuales, Daniel López, que comparte cargo con Jonathan, subrayó que Mango ha avanzado en la “profesionalización de su estructura directiva” reforzando el comité de dirección e incorporando nuevos altos ejecutivos en las áreas de retail, producto y tecnología.

Mango señala que Jonathan Andic desde su incorporación a la empresa, «sus responsabilidades se han centrado más en el área de diversificación de Mango, con especial atención a la línea de hombre Mango Man, una de las líneas de negocio que más está creciendo y algunos departamentos transversales del grupo como interiorismo de tiendas e imagen».

Al contrario que Andic, Amancio Ortega, no dejó el titán textil a merced de la gestión de su hija Marta, sino que “buscó a alguien muy profesional, porque Inditex no sólo sabe hacer bien su trabajo, además deja que los que realmente saben gestionar lo hagan”, concluye la experta en marcas de moda.

Marta es la heredera de Inditex, no cabe duda, pero cuando Ortega se retiró en 2011 no se dejó llevar por el apellido y, de un zarpazo, cerró toda especulación sobre la presidencia de la cotizada y nombró a Pablo Isla presidente. Su hija trabaja en el departamento comercial de Zara Woman, pero el que lleva las riendas es el directivo madrileño.

Explica Urrea que la “obsesión” por los padres de dejar las empresas en manos de sus hijos “es la enfermedad endémica” de las compañías familiares. Y para muestra un botón: “A Mango le ha pasado lo mismo a Adolfo Domínguez, el hecho de llevar el apellido del fundador de un negocio familiar no es ninguna garantía” de prosperidad.

Fuentes cercanas a la compañía catalana aseguran que, a pesar de que Isak Andic dejó la compañía en manos de su vástago, Jonathan Andic, el empresario regresó de su periodo de asueto alarmado por las cifras que estaba arrojando la textil, tal como señaló hace un año La Otra Crónica. Explican, además, que cuando el padre volvió ‘a poner orden’ el joven no apareció en un tiempo por la compañía. “Desde luego, y a los resultados nos atenemos”, expone Urrea, “la gestión del negocio y de la marca por parte del hijo de Andic ha sido mala y por ello no se ha podido retirar”. Y añade: “Debería copiar a Amancio Ortega y contratar a alguien como Isla que lo haga bien”.

Desde Mango señalan que «la gestión de está profesionalizada y sus máximos responsables son Daniel López, Vicepresidente Ejecutivo, y Jonathan Andic, Vicepresidente ejecutivo». Exponen, además, que López se incorporó a Mango a principios de los años 90 y «desde entonces ha conocido todos los departamentos de la empresa, es la persona de máxima confianza de de Andic».

Y concluyen apostillando que «las decisiones se toman en el seno del Comité de Dirección formado pro diversos profesionales y en el que participa Isak Andic». 

Los problemas que asolan a Mango: crisis de marca

Uno de los problemas que la consultora de Sofoco Media vislumbra en Mango es que “ha querido ser como Zara y no lo son porque no tienen una propuesta de marca, solo venden producto, no venden marca”. Eso sin contar, según la experta, que la gallega “conoce muy bien a su cliente y la catalana dudo mucho que lo sepa”.

Una problemática expuesta por Urrea que Delso comparte: “Es posible que la crisis económica les haya afectado, pero en vez de encontrar solución a los problemas, los han acentuado”. Uno de ellos, señala el experto, “es el posicionamiento de marca que, sin renunciar a las celebrities, se ha posicionado como una firma de más bajo coste con una menor calidad comparado con lo que eran antes”.

Isak Andic junto a Terry Richardson y Kate Moss (Foto. Getty)

El modelo de negocio de Inditex, sobre todo el éxito de Zara, es uno de los más admirados y estudiados por las compañías textiles, sin embargo, no es tan sencillo emular a la gallega. “Es cierto”, explica Urrea, “que la propuesta de Inditex es un poco ‘a su manera’, pero a ellos sí que les funciona”. Pero cuando se trata de Mango, el escenario con respecto a la marca cambia: “No saben qué venden, a quién, ni saben qué aportan con la venta de estos productos. Y si a esto le sumas que no hay una gestión profesional, no hay mucho más que decir”.

Desde Mango justifican que los números rojos de este 2016 «se han debido a la apreciación del dólar frente al euro y otras divisas mundiales, la puesta en marcha del nuevo almacén logístico de Lliçà (Barcelona) y la puesta en marcha entre septiembre de 2015 y junio de 2016 del modelo ‘fast fashion’». Señalan que desde el segundo semestre de 2016 las ventas se ha elevado y la rentabilidad ha crecido, al cierre del primer semestre de 2017 «el Ebitda  de la compañía era 45 millones superior al de 2016 y el resultado neto había crecido en 30 millones».

Por su parte, el profesor del IE Business School cree que la catalana de Andic “abusa del paraguas de la marca Mango y quiere meter todo debajo del mismo techo, pero ni a H&M le ha funcionado”.

Explica que, en este caso, esta estrategia está muy bien desarrollada por Inditex porque con “su porfolio de marcas bajo el modelo de ‘fast fashion’ cubren todos los segmentos del mercado de ropa”. Como ejemplo, señala Delso, la textil catalana ha vuelto a querer desarrollar “una línea de hombre bajo Mango, una marca que en esencia es femenina”.

No obstante, Delso señala que Mango es, sin duda, una empresa de gran dimensión «con potencial de remontar si ponen en práctica de una forma consistente la estrategia correcta».

Mango concluye señalando que, «como cualquier otra compañía multinacional, contrata a consultores en todos los ámbitos para ser aconsejada». Mango, prosiguen fuentes de la firma catalana, «respeta la opinión de todas las personas, pero recuerda que son mayoría los expertos e ‘influencers’ que consideran a Mango un modelo de éxito de gestión empresarial». 

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