Adiós al chollo de los okupas y su impunidad: los jueces de Barcelona permitirán cortar la luz y el agua

Todos los abogados coincidían en que cortar los suministros a los okupas, aunque parecía lógico, no era la mejor opción, ya que podía meter en serios problemas a los propietarios.
Sin embargo, la Audiencia de Barcelona ha llegado a un acuerdo, que podría cambiar las reglas del juego en Cataluña respecto a ciertos casos de okupación. Esto es una bocanada de aire fresco, para los dueños de viviendas.
A partir de ahora, los propietarios de finca podrán cortar todos los suministros a los okupas que hayan allanado su propiedad sin que esto suponga un delito de coacciones.
¿Qué dicen los jueces de Barcelona sobre cortar los suministros a los okupas?
El nuevo criterio unificado ya ha sido aprobado por la Audiencia de Barcelona y han señalado que los dueños de una finca ya no tendrán la obligación de mantener dados de alto los suministros.
Hasta ahora, hacerlo podía estar considerado un delito. Es decir, se consideraba que los okupas tenían derecho a seguir usando unos suministros que no pagaban.
En el escrito, los jueces han descrito su nueva forma de proceder:
En caso de que el titular de una finca (en régimen de propiedad o cualquier otro título que habilite su uso), ocupada o que ha sido objeto de allanamiento de morada, no mantenga el alta de los suministros o el abono de los mismos, no será constitutivo de un delito de coacciones.
La medida ha sido muy bien recibida por los propietarios, ya que no soluciona por completo el problema, pero sí es un buen paso inicial para poder luchar contra los graves problemas de okupación que sufre Cataluña en general y Barcelona en particular.
Fin a la impunidad: la okupación ya no se archivará tan fácilmente
En muchas ocasiones, los okupas jugaban con la posibilidad de no ser identificados, para evitar ser considerados autores del delito. Ahora, ese chollo se ha acabado.
A partir de ahora, la policía estará obligada a realizar las averiguaciones necesarias para identificar a los okupas. Esta nueva figura será conocida como ignorados ocupantes.
Sólo en caso de que, tras estas diligencias, no se logre identificar a los autores se podrá decretar el sobreseimiento provisional.
Con ello, se acaba con una sensación de impunidad con la que los okupas podían alargar los procesos de desalojo aprovechando su anonimato, ya que hacerlo no tenía ninguna consecuencia inmediata.
Así debes actuar para luchar contra la okupación en tu edificio
Como ves, el escrito de los jueces se centra en una situación muy específica, que afecta a propietarios de fincas. ¿Pero qué podemos hacer cuando el problema está en nuestra comunidad de vecinos?
Según el despacho Del Coso Abogados, la comunidad sí puede actuar, pero a través de la vía de la demanda por actividades molestas, recogida en el artículo 7.2 de la Ley de Propiedad Horizontal (LPH).
Esta acción se dirige a cesar las actividades que perturban la convivencia dentro del edificio, y puede ejercitarse tanto contra los propietarios del piso como contra los okupas que lo estén utilizando.
Para poder optar por esta vía debes demostrar dos supuestos:
- Que en el piso okupado se están llevando a cabo actividades molestas, insalubres o peligrosas, tales como ruidos reiterados, reuniones numerosas, malos olores, consumo de drogas o afluencia continua de personas desconocidas.
- Que el propietario del inmueble ha actuado con total negligencia, mostrando indiferencia absoluta ante los problemas que generan los okupas ilegales, al no actuar para recuperar su propiedad o evitar esas conductas.
Para poder demostrar estas dos cosas, es muy importante que en la comunidad de vecinos os pongáis manos a la obra. Por ejemplo, recopilando denuncias por ruidos, peleas o cualquier otra actividad sospechosa de los okupas.
Además, es importante que dediquéis un tiempo a elaborar informes o actas de las reuniones en las que consten las quejas y los problemas documentados.
En la medida de lo posible, podéis reunir pruebas gráficas como fotografías de los desperfectos, audios con el ruido que hacen o testimonios de las molestias.