Los accionistas de Grifols no esperan más de 11€ por las acciones A pero lucharán por llegar a 9 en las B
La semana pasada se incrementó notablemente la presión sobre el fondo Brookfield para que eleve el precio anunciado para la OPA sobre Grifols, pero lo cierto es que los accionistas no esperan una mejora significativa; se descarta llegar a niveles de 12 -y mucho menos 14- euros por acción como se había rumoreado. Donde sí va a haber más batalla es en las acciones B, para las que Brookfield ofrece un precio muy inferior al de las A.
Como informó OKDIARIO, dentro de la banca de inversión se considera que los 10,5 euros anunciados por Brookfield para las acciones de tipo A no son un precio tan malo. La razón es que, si la oferta no sale, la empresa se vería obligada a acometer una ampliación de capital a un precio muy inferior, de 7 u 8 euros.
Además, hay que contar con el triunfo que tiene en la mano el fondo canadiense: «Brookfield puede poner a los accionistas en la disyuntiva de aceptar este precio o quedarse sin OPA y arriesgarse a que el valor vuelva a desplomarse en Bolsa» o a la citada ampliación de capital, según una fuente al tanto de la situación.
Hay que recordar que Grifols llegó a caer a niveles de 6 euros tras los informes de Gotham City y que estaba por debajo de 8 antes de que se anunciara la OPA en julio. «En ese escenario, los 10,5 euros no parecen tan malos», añaden las fuentes.
En todo caso, éstas creen que Brookfield tiene interés en que la OPA salga adelante, por lo que mejorará ligeramente el precio. Por ejemplo, Breakingviews considera que una mejora del 20% en el precio (lo que lo elevaría a 12,60 para las acciones A) permitiría el fondo mantener una rentabilidad del 20%.
No obstante, en el mercado se contempla una mejora mucho más discreta: hasta el entorno de 11 euros. Para empezar, porque este análisis parte de que las cuentas de Grifols son correctas -algo sobre lo que el mismo Brookfield tiene dudas y por eso está alargando su revisión de las mismas, la due diligence-. En segundo lugar, no tiene en cuenta el posible coste de deshacer las opacas relaciones con Scranton, el holding de la familia fundadora. Y, además, el fondo tiene la citada capacidad para poner a los accionistas de Grifols entre la espada y la pared.
La batalla estará en las B
Donde sí habrá mayor batalla es en las acciones de tipo B, que cobran un dividendo mayor pero no tienen derechos políticos. Brookfield ofrece como precio tentativo por estos títulos 7,62 euros, es decir, un descuento del 27,5% respecto a la contraprestación anunciada para las acciones A.
Aquí Brookfield se enfrenta a otro problema: los estatutos de Grifols establecen que estas acciones tienen derecho a cobrar lo mismo que las A en caso de OPA de exclusión, y para cobrar menos deben modificarse los estatutos con su voto favorable (en ese caso sí tienen derechos políticos). Esto significa que, si los titulares de las acciones B no aprueban esta modificación, la OPA no saldrá adelante.
Como también adelantó OKDIARIO, estos accionistas (en su mayoría fondos oportunistas que han entrado esperando un precio más alto en la OPA) aceptarían un pequeño descuento respecto a los títulos de clase A: «Podrían plantearlo, pero tienen que ser justos con los accionistas; de lo contrario, la operación fracasará y habrá repercusiones. Como mucho, pueden plantear un descuento justo, digamos del 5%. Si plantean un 15% o un 20%, no hay nada que hablar», aseguraba uno de estos inversores.
Según las fuentes, estos accionistas quieren recibir como mínimo 9 euros en la OPA. Ahora bien, de nuevo Brookfield puede ponerlos en la disyuntiva entre aceptar el descuento o quedarse directamente sin OPA y, en consecuencia, sin posibilidad de vender sus acciones.
Por otro lado, los contactos con fondos soberanos y de pensiones que adelantó este periódico empiezan a dar frutos. Según algunos medios, el fondo soberano de Singapur y el fondo de pensiones público del Gobierno de Canadá (CPPIB), están dispuestos a participar en la OPA de Grifols y reducir así el ticket de Brookfield.
Finalmente, falta por cerrar la financiación de la operación, dentro de la que el fondo quiere incluir la reestructuración de la deuda de Grifols (9.208 millones netos al cierre de septiembre, según las cifras oficiales). Como ha venido informando OKDIARIO, algunos de los principales acreedores de la empresa, como CaixaBank o Sabadell, no van a participar y el Santander sólo quiere financiar un porcentaje reducido del valor de las acciones (es decir, aplicar un fuerte descuento), si bien lo ha elevado del 50% al 60%.
En todo caso, el grueso del crédito para la operación correrá a cargo de bancos extranjeros, entre los que se encuentran Deutsche Bank, BNP Paribas, Bank of America o JP Morgan.
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