Comienza el año de la concentración bancaria en España: fusiones, cierres de oficinas y despidos
Que va a haber una concentración en el sector financiero español no es ninguna novedad. Que se debería haber producido en 2016 tampoco lo es, pero el bloqueo político de Pedro Sánchez, entre otras cosas, no ha permitido que se produzca la consolidación de un sector que no atraviesa su mejor momento.
El BCE ya lo ha advertido en más de una ocasión. Mario Draghi, su presidente, ha explicado en diversas ocasiones que «hay demasiados bancos», algo que el banquero italiano espera que cambie con la entrada del nuevo año. Desde el organismo, también han llegado a reconocer que en torno a un 15% de las entidades bancarias europeas presentan una situación tan complicada que no se puede asegurar su viabilidad.
En estas, el sector sabe de la necesidad de reducir el número de actores. En las quinielas para ser absorbidas se encuentran todas las entidades menos Santander, BBVA y CaixaBank. El principal candidato a abrir la veda: Banco Popular. Además, Bankia, BMN o Liberbank también amenazan con copar portadas en los próximos meses.
Banco Popular
Banco Popular sigue dando pasos para limpiar su balance y, de paso, su imagen. Emilio Saracho sustituirá a Ángel Ron al frente de la entidad, algo que desde el mercado se entiende como un movimiento más de cara a una posible venta del grupo. Así, se presentan tres grandes candidatos para hacerse con la entidad. A los dos que ya ha adelantado este periódico, el francés BNP y Banco Sabadell, se le une BBVA.
Según los expertos consultados por OKDIARIO, Popular cuenta con tres grandes atractivos: su bajo precio –tras la sangría bursátil de 2016-, sus recursos propios y sus grandes sinergias de costes. Con este cartel de presentación, no cabe duda de que hablamos de un ‘caramelo’ para los bancos compradores.
Un ‘caramelo’, eso sí, con unos 130.000 euros en activos, un tamaño que, a priori, descartan de la carrera a las entidades con menos músculo financiero. Precisamente por eso entra en juego BBVA que, aunque de manera oficial no hace comentarios, fuentes próximas al sector financiero han asegurado a OKDIARIO que “habrá leches por absorber Banco Popular”.
Y es que al BBVA le podría interesar, no tanto esos 130.000 euros en activos –que también-, sino la presencia del banco que todavía preside Ángel Ron tiene en el negocio de las pymes. Y es que hay que tener en cuenta que, quitando el lastre inmobiliario –del que tratan de desprenderse-, la entidad registra un beneficio próximo a los 1.000 millones al año.
Banco Popular siempre ha insistido en que no menospreciarían ningún tipo de oferta. “Nosotros estudiaríamos cualquier tipo de oferta”, han llegado a reconocer a este periódico fuentes próximas a la compañía.
Fueron sonadas unas declaraciones del gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau, en las que reconocía que sería “muy útil y sensato” tener “bancos paneuropeos y transfronterizos dentro de Europa”. Unas palabras que han hecho que los rumores se incrementen en torno a una hipotética oferta de BNP sobre Banco Popular.
Según ha podido confirmar OKDIARIO, BNP ya ha mostrado interés formal en hacerse con el banco que presidirá, si lo aceptan los accionistas, Emilio Saracho. “Se compraría a un precio muy barato. Es un banco con un valor de franquicia enorme, con una clientela muy fiel y con una capacidad de gestión de oficinas magnífico”, señala una fuente muy próxima a la entidad gala. “El principal problema son sus activos de herencia. El Popular sería estupendo si no hubiera cometido los mismos errores que las cajas. Comió ladrillo a mansalva y se encuentra con un stock de vivienda increíble. Pero, como marca y como forma de hacer banca, es el mejor de España”, explica la misma fuente.
En este sentido, “el banco francés se queda como el principal candidato porque quieren hacer banca comercial y Popular es un banco con una clientela bastante amplia, sobre todo en el segmento de banca de empresas, y además cuenta con una red comercial que está mejor situada geográficamente que el resto de bancos privados de España”.
Banco Sabadell y Banco Popular ya se sentaron en más de una ocasión, hace no mucho tiempo, para evaluar una posible fusión entre ambas, y, aunque aquellas veces no hubo éxito, podría haber un acuerdo a la vuelta de la esquina. Sabadell, desde luego, no pondría ninguna pega si Popular ofrece su negocio de Banca Empresa, su joya de la corona.
Los distintos movimientos que se están produciendo en torno al sector financiero podrían estar anticipando que se avecinan noticias de calibre entre Banco Sabadell y Banco Popular. Por el momento, diciembre trajo consigo dos importantes noticias: la salida parcial del principal inversor de la entidad que preside Josep Oliú, el magnate colombiano Jaime Gilinski, que vendió casi un 3% de acciones del banco, y la decisión del banco que preside Ángel Ron de nombrar a un presidente para la sociedad que pretende crear para traspasar sus activos tóxicos, vamos, un “banco malo” propio.
De este modo el Banco Popular sigue dando pasos para crear esta nueva sociedad, que le servirá para sacar de su balance 6.000 millones de euros en activos inmobiliarios problemáticos, y estar ya lo suficientemente atractivo para que otras empresas del sector pongan sus ojos en ellos. Ya es sabida la intención de la entidad francesa BNP de tantear al Popular, sin embargo, lo cierto es que Banco Sabadell, pese a que sigue centrado en consolidar todo el esfuerzo que ha hecho en expandirse geográficamente, no haría ascos al negocio estrella de Banco Popular.
Bankia y BMN
El Congreso convalidó a mediados de diciembre la ampliación del plazo a dos años para culminar el proceso de privatización de las dos nacionalizadas: Bankia y BMN. Dos entidades sobre las que pesa la sospecha de que podrían fusionarse próximamente, aunque tendrá que ponerse a disposición de todas las interesadas un concurso para poder optar a la compra, tal como adelantaba OKDIARIO.
El Gobierno tiene la autorización para que España ponga a disposición de Junta Única de Resolución un importe máximo de 5.291 millones de euros y la modificación del régimen contable de la Sareb. La norma ha salido adelante con el voto favorable del PP, PSOE, Ciudadanos y PNV, frente al voto en contra de Unidos Podemos-En Comú-En Marea y la abstención de ERC.
El decreto ley contempla que se alargue dos años el plazo que tiene el Ejecutivo para privatizar su participación en Bankia y BMN, para lo que se había fijado un límite temporal en diciembre de este año en el primer caso, mientras que para BMN expiraba en marzo de 2018. En ambos casos el Estado está presente con una participación de entorno al 65%.
De esta forma, la privatización de Bankia se podría alargar incluso hasta finales de 2019 y la de BMN hasta marzo de 2020 frente a los límites anteriores, que el ministro de Economía, Luís de Guindos ha recordado que se fijaron de manera interna y no procedían de requerimientos europeos.
Guindos ha avanzado que el FROB tendrá listo en análisis de alternativas de desinversión del Estado en Bankia y BMN en el primer trimestre de 2017, si bien cree que “difícilmente” se podrá cumplir la privatización de las entidades en el plazo de un año, aunque la ampliación en dos años del plazo para privatizar las entidades “no implica necesariamente” que se aplace la desinversión.
Tampoco nos podemos olvidar de Liberbank. Bank of America ya señaló recientemente que el banco es una entidad que aportaría sinergias positivas a Caixabank, Sabadell o Bankinter, y que además dotaría de un mayor tamaño a cualquiera de las tres entidades, sabedoras de que si no se convierten en jugadores de mayor tamaño podrían ser objeto de alguna OPA.