El Banco de España se prepara para el baile de fusiones y promete garantizar la competencia
El Banco de España se prepara para el baile de fusiones que se avecina en el sector financiero español. Una vez que se ha superado la situación de interinidad del Gobierno el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las autoridades europeas reclaman a España que se produzca la esperada concentración bancaria y, en este contexto, la institución promete garantizar la competencia, a pesar de que la cuarta entidad de España, Bankia, está controlada por el Estado.
Este jueves, el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, ha prometido que el organismo supervisor vigilará con una «especial atención» las fusiones que se puedan acometer en el sector financiero español en aras de garantizar la competencia. Y es que, a pesar de los avances que han protagonizado las entidades desde el estallido de la crisis en 2008, la rentabilidad del conjunto del sistema financiero todavía está por debajo de los niveles necesarios para garantizar la sostenibilidad del negocio.
Restoy ha aclarado que se trata de buscar un «equilibrio» entre respetar estas decisiones corporativas privadas de las entidades, al mismo tiempo que el supervisor actuará con «interés» de que estas sean lo «más positivas posibles» para el conjunto del sistema financiero.
De hecho, durante el pasado año se han producido contactos entre varios bancos para evaluar las posibilidades de concentración. Banco Popular ha sido uno de los que más han aparecido en las quinielas para ser absorbidos en este baile de fusiones, junto con el Sabadell y otras entidades como Abanca, Liberbank, Unicaja, Ibercaja, Kutxabank y BMN, esta última controlada también por el Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Para el subgobernador, existe margen en el sector financiero español para «alguna posible» integración más manteniendo un «grado suficiente» de competencia. En este sentido, ha diferenciado respecto al sistema financiero europeo, el cual en su opinión tiene «más sobrecapacidad», y ha recordado que el número de grupos bancarios se ha reducido un 44% desde 2007. «España ya ha hecho parte del trabajo, estamos hablando de si tiene sentido alguna operación adicional», ha reflexionado.
Restoy ha indicado que esta atención especial a las posibles integraciones no se debe a una situación coyuntural, sino que se trata más de una tendencia ante el entorno de bajos tipos de interés, las demandas regulatorias y el desarrollo de las nuevas tecnologías. «Son fenómenos de medio plazo. Estamos en la misma ola: las cosas cambian y las entidades tienen que realizar esas reflexiones estratégicas que en gran medida están realizando», ha afirmado.
El subgobernador ha advertido de que «no parece posible asegurar» que todas las entidades significativas actuales están en condiciones de satisfacer con la misma «holgura» los requisitos de eficiencia, capitalización, diversificación, acceso al mercado y aprovechamiento de la tecnología que exigirá el nuevo marco regulatorio económico y competitivo
Si bien una parte de los factores que causan la baja rentabilidad de las entidades se verá reducido en el futuro al tener una naturaleza coyuntural, Restoy augura que es posible que cuando se normalicen las condiciones monetarias, los factores seculares que influyen a la baja sobre los tipos de interés, la creciente competencia, el desarrollo de los mercados de capitales y la consolidación de un entorno regulatorio más exigente «ejercerán una presión continuada sobre el negocio bancario en general».
«No es difícil prever que el sector bancario tendrá en el futuro un menor tamaño y que las entidades que lo compongan serán menos rentables, pero más seguras», ha afirmado el subgobernador del Banco de España, que adelanta que el nuevo contexto traerá un proceso de selección natural en la industria del que saldrán «airosos» los bancos bien adaptados y los que sepan gestionar su integración en proyectos sólidos.