BNP Paribas y BBVA se suman al Sabadell en la carrera por comprar el Banco Popular

Banco Popular
Una oficina del Banco Popular en La Coruña. (Foto: EFE)
Borja Jiménez

Banco Popular sigue dando pasos para limpiar su balance y, de paso, su imagen. A falta de que lo aprueben los accionistas, Emilio Saracho sustituirá a Ángel Ron al frente de la entidad, algo que desde el mercado se entiende como un movimiento más de cara a una posible venta del grupo. Así, se presentan tres grandes candidatos para hacerse con la entidad. A los dos que ya ha adelantado este periódico, el francés BNP y Banco Sabadell, se le une BBVA.

Según los expertos consultados por OKDIARIO, Popular cuenta con tres grandes atractivos: su bajo precio –tras la sangría bursátil de 2016-, sus recursos propios y sus grandes sinergias de costes. Con este cartel de presentación, no cabe duda de que hablamos de un ‘caramelo’ para los bancos compradores.

Un ‘caramelo’, eso sí, con unos 130.000 euros en activos, un tamaño que, a priori, descartan de la carrera a las entidades con menos músculo financiero. Precisamente por eso entra en juego BBVA que, aunque de manera oficial no hace comentarios, fuentes próximas al sector financiero han asegurado a OKDIARIO que “habrá leches por absorber Banco Popular”.

Y es que al BBVA le podría interesar, no tanto esos 130.000 euros en activos –que también-, sino la presencia del banco que todavía preside Ángel Ron tiene en el negocio de las pymes. Y es que hay que tener en cuenta que, quitando el lastre inmobiliario –del que tratan de desprenderse-, la entidad registra un beneficio próximo a los 1.000 millones al año.

Banco Popular siempre ha insistido en que no menospreciarían ningún tipo de oferta. “Nosotros estudiaríamos cualquier tipo de oferta”, han llegado a reconocer a este periódico fuentes próximas a la compañía.

BNP entra en escena

Esta semana arrancaba con unas declaraciones del gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau, en las que reconocía que sería “muy útil y sensato” tener “bancos paneuropeos y transfronterizos dentro de Europa”. Unas palabras que han hecho que los rumores se incrementen en torno a una hipotética oferta de BNP sobre Banco Popular.

Según ha podido confirmar OKDIARIO, BNP ya ha mostrado interés formal en hacerse con el banco que presidirá, si lo aceptan los accionistas, Emilio Saracho. “Se compraría a un precio muy barato. Es un banco con un valor de franquicia enorme, con una clientela muy fiel y con una capacidad de gestión de oficinas magnífico”, señala una fuente muy próxima a la entidad gala. “El principal problema son sus activos de herencia. El Popular sería estupendo si no hubiera cometido los mismos errores que las cajas. Comió ladrillo a mansalva y se encuentra con un stock de vivienda increíble. Pero, como marca y como forma de hacer banca, es el mejor de España”, explica la misma fuente.

En este sentido, “el banco francés se queda como el principal candidato porque quieren hacer banca comercial y Popular es un banco con una clientela bastante amplia, sobre todo en el segmento de banca de empresas, y además cuenta con una red comercial que está mejor situada geográficamente que el resto de bancos privados de España”.

Banco Sabadell ya ha tanteado

Banco Sabadell y Banco Popular ya se sentaron en más de una ocasión, hace no mucho tiempo, para evaluar una posible fusión entre ambas, y, aunque aquellas veces no hubo éxito, podría haber un acuerdo a la vuelta de la esquina. Sabadell, desde luego, no pondría ninguna pega si Popular ofrece su negocio de Banca Empresa, su joya de la corona.

Los distintos movimientos que se están produciendo en torno al sector financiero podrían estar anticipando que se avecinan noticias de calibre entre Banco Sabadell y Banco Popular. Por el momento, el comienzo de semana ha traído consigo dos importantes noticias: la salida parcial del principal inversor de la entidad que preside Josep Oliú, el magnate colombiano Jaime Gilinski, que vendió casi un 3% de acciones del banco, y la decisión del banco que preside Ángel Ron de nombrar a un presidente para la sociedad que pretende crear para traspasar sus activos tóxicos, vamos, un “banco malo” propio.

Según fuentes del sector, Jaime Gilinsky vendió el 3% del 5% que tiene en el Sabadell debido a sus diferencias con Oliú , y justo en el momento en el que empieza a haber ruido acerca de una posible fusión Popular-Sabadell. Para demostrar la confianza en el banco que él mismo preside, Oliú no tardó en dedicar un millón de euros de su bolsillo a comprar títulos de su entidad. Tras estas compras de casi 840.000 acciones, Oliú controla ya el 0,119% del capital.

Por otro lado, en la entidad que preside Ángel Ron han decidido nombrar a Remigio Iglesias, antiguo directivo del Banco Santander y experto en recuperaciones en el negocio inmobiliario, presidente de la sociedad que creará para traspasar buena parte de sus activos tóxicos, una especie de “banco malo” propio.

“Los movimientos que estamos viendo pueden estar insinuando que puede haber un movimiento corporativo importante. Y que todos los rumores acerca de la división inmobiliaria, pueden acercar la fusión”, señalan fuentes del sector.

De este modo el Banco Popular sigue dando pasos para crear esta nueva sociedad, que le servirá para sacar de su balance 6.000 millones de euros en activos inmobiliarios problemáticos, y estar ya lo suficientemente atractivo para que otras empresas del sector pongan sus ojos en ellos. Ya es sabida la intención de la entidad francesa BNP de tantear a Ron, sin embargo, lo cierto es que Banco Sabadell, pese a que sigue centrado en consolidar todo el esfuerzo que ha hecho en expandirse geográficamente, no haría ascos al negocio estrella de Banco Popular.

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