Zidane, el señor de las finales
Don Alfredo Di Stéfano solía decir: «las finales no se juegan, se ganan» y si hay alguien en el Real Madrid que lleva a raja tabla esa famosa cita… es Zinedine Zidane, un hombre de finales.
En el banquillo, Zizou nunca falla. Como jugador alcanzó el olimpo del madridismo con la volea en la final de la Champions ante el Leverkusen y como entrenador su legado crece a pasos agigantados.
Las estadísticas no engañan: el francés no ha perdido ninguna final desde que cogiera las riendas del primer equipo en enero de 2016. Dos Champions, una Liga, una Supercopa de España, dos Supercopas de Europa y dos Mundiales de Clubes. 23 meses al frente del equipo de Chamartín que han cambiado la historia blanca.
El Mundial de Abu Dabi era un nuevo reto. Una prueba para ver la fiabilidad de un equipo al que se había cuestionado en el último tramo de temporada: la falta de gol, el rendimiento de Benzema, las lesiones de Bale… Y, sin embargo, con todo eso, el Real Madrid de Zidane revalidó el título de campeón del mundo.
Un título con un mérito añadido: los blancos se convierten en el primer equipo de la historia que gana dos Mundiales de Clubes consecutivos. Además, esta ‘octava maravilla’ de Zizou le sitúa como el segundo entrenador con más títulos de la historia del Madrid igualando a Molowny. Reseñable, que el francés lo ha logrado en menos de dos años.
Un palmarés que convierte a Zidane en historia del Real Madrid y como dice la canción: «Historia que tú hiciste, historia por hacer…» Y es que, seguramente, el francés continúe engordando las vitrinas del Santiago Bernabéu.