Un problema de peso

James-Rodríguez-Karim-Benzema
James Rodríguez, junto a Benzema en el banquillo del Madrid. (Getty)
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

El (bueno de) Rafa Benítez sale a incendio por semana. Vamos, que ni en los tiempos de Mourinho había tantos follones en el Madrid. A pesar de que llegó al Bernabéu con fama de tener más tablas que Moisés, el técnico ha demostrado ser manco de la mano izquierda. Y para entrenar a una constelación de estrellas hay que tener la firmeza de Aznar y el talante de Zapatero.

El último lío de Rafa tiene nombre de espía y apellido de señor casado que se queda solo en casa en agosto: James Rodríguez. El colombiano llegó al Madrid el verano pasado con licencia para convertirse en el jugador franquicia del equipo después de la era Cristiano.

Una temporada bastó a James para demostrar que Florentino no le había fichado para hacer autopistas en Colombia ni el metro de Bogotá. Con 24 años, el colombiano está llamado a escenificar con Neymar el duelo futbolístico que han convertido en arte Messi y Cristiano. Los números en su primer año de blanco, sin jugar de delantero, fueron espectaculares: 17 goles y 18 asistencias a pesar de haber estado dos meses parado por una fractura en el pie. ¿No les parecen buenos? Miren: Neymar firmó 15 goles y 15 asistencias la temporada en la que debutó con el Barça.

Pero James, que es zurdo, empezó su relación con Benítez con el pie derecho. El técnico quería que acortara las vacaciones como si fuera un meritorio y el colombiano le mandó a Parla, no por la rima, sino por ser la localidad natal del técnico. Desde entonces, Benítez no ha dudado en mostrar con James la mano dura que no se ha atrevido a tener con otros cracks.

Desliza el técnico que James tiene un problema de peso, que la camiseta le va algo justa. Evitaremos jugar al «y tú más». Suplente en Sevilla, sustituido en el Clásico y castigado sin jugar un minuto ante el Shakhtar, el colombiano tiene un globo que ni el protagonista de Up. Pero es Benítez el que tiene un problema gordo si no consigue ganar a James para la causa.

Nadie duda de que James va a estar muchos más años en el Madrid que Benítez. El técnico debe darse cuenta de que está echando más pulsos a sus jugadores que Stallone en Yo, el Halcón y en una de esas va a perder el antebrazo. Vale que tener el respaldo de Florentino le hace a uno sentirse fuerte, pero es imposible que ningún entrenador consiga éxitos con el vestuario en contra. No sería Benítez el primer domador devorado por sus propios leones. Que le pregunte a Mourinho.

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