Solari, victoria y personalidad
Estuvo muy atento a cada acción de sus jugadores, siempre de pie en el área técnica.
Santiago Solari debutó como entrenador del Real Madrid en el Bernabéu. Era un día especial para el argentino, que se vestía de chaqueta para la ocasión, y pasaba los nervios en los límites del área técnica durante prácticamente la totalidad del choque, muy atento a cada detalle de sus jugadores, corrigiéndolos. Acabó con una sonrisa, triunfo en LaLiga ante el Valladolid.
Sus jugadores le hicieron sudar, incluso sufrir por momentos, ya que 0-0 campeó en el marcador durante demasiado tiempo. Su rostro tornó a satisfacción y tranquilidad cuando Vinícius provocó el 1-0 de Kiko Olivas en el 83′. Le funcionó la bala del carioca, atreviéndose a usarla no como su predecesor. El penalti que provocó Benzema y la ejecución de Sergio Ramos (2-0), su brazo derecho estos primeros días, le permitieron disfrutar en los últimos minutos ante los vallisoletanos.
Pese a que durante diferentes momentos del encuentro se pitó a sus jugadores, el Santiago Bernabéu parece estar del lado de Solari. Gustó entre la afición blanca el discurso del argentino durante sus primeras comparecencias. El «échale huevos» que entonó en ellas fue coreado por una parte de la grada cuando aún figuraba el 0-0 en el electrónico.
Mostró personalidad durante varias fases del choque. Se le vio pedir calma a Isco y Ramos tras una jugada que entre ambos acabaron con celeridad. No le tiembla el pulso para dar indicaciones a los pesos pesados, corrigiéndolos.
Tampoco lo hizo con los cambios. Antes de la hora de partido ya había sacado del campo a Casemiro, moviendo el esquema y colocando a Isco en el campo. Tampoco dudó para sacar del campo a un errático Gareth Bale y dar entrada la brega de Lucas Vázquez. Menos con su pupilo en el Castilla, Vinícius, que a la postre fue decisivo, dejando en el banco a Asensio.