CHAMPIONS: ATLÉTICO VS BARCELONA

Simeone se volvió loco con la remontada

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Simeone enloqueció con la victoria en el Allianz Arena. (Getty)
Miguel Zorío

El Cholo Simeone enloqueció con la remontada, lo vivió con mucha intensidad, vibró como nunca y saltó de alegría cuando escuchó el pitido final. Las semifinales de la Champions estaban en juego y el argentino quería meterse entre los cuatro mejores de Europa. Para ello sabía que tenían que hacer un partido redondo, todo tenía que salir como lo habían ensayado. La tensión se respiraba en el banquillo. El técnico rojiblanco no aguantó ni cinco minutos sentando en el banco.

Simeone no paraba de dar instrucciones a sus jugadores. El área técnica se le quedaba pequeña. Muy activo desde la banda, haciendo aspavientos con las manos para indicar a sus futbolistas que tenían que hacer en cada jugada. Desde el primer minuto, el Cholo ha transmitido a sus futbolistas garra, intensidad y concentración.

Calma tras la euforia

El técnico rojiblanco estaba atento a todo. Quería que fuera el día perfecto. La afición anotó el primer tanto llenando el estadio y planteando un ambiente infernal, digno de las grandes noches de Champions. Consciente de ello, el Cholo quería darles una alegría y para ello no había tiempo que perder. Por eso, el argentino estaba pendiente hasta de hacer de recogepelotas cada vez que el balón salía por su zona, lo recogía para sacar lo más rápido posible.

En el minuto 35, Griezmann desató la locura en el Vicente Calderón. El francés se encargó de abrir el marcador, un gol que ponía al Atleti en la siguiente ronda de la Liga de Campeones. Un tanto que hizo saltar de alegría al Cholo y a todo el banquillo rojiblanco. Tras la diana de su delantero estrella, el técnico ejerció de líder y pidió a los suyos calma y concentración para saber gestionar la renta.

Ni el 1-0 le tranquilizó. Seguía a lo suyo, pegando voces, saliéndose de las líneas que delimitan el área técnica, dando indicaciones a Carrasco. Pero también estaba muy pendiente de la afición. Cuando el Barça más apretaba, el Cholo aprovechaba para levantar los brazos pidiendo a todo el Vicente Calderón que animara, que se dejaran la voz. Son el alma de este equipo.

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Griezmann y el Cholo celebran el 2-0. (AFP)

Abrazo con Griezmann

El Cholo no sólo animaba a sus jugadores, también presionaba a los árbitros con sus protestas. En un saque de banda a favor del Barça, que debió ser para el Atlético el técnico tuvo que ser amonestado por el colegiado. Pero eso era parte de su papel, insistir a los árbitros.

Cuando todo parecía que estaba más cerca el 1-1 que el 2-0, apareció Griezmann para poner al Atleti en semifinales desde los once metros. Un tanto que hizo estallar de euforia a su entrenador, que lo celebró por todo lo alto. Lo primero que hizo el francés nada más ver como el balón entraba en la portería es marcharse a por Simeone para abrazarse. Fue el abrazo de la remontada.

Un Simeone que no paró quieto ni un segundo y menos después del 2-0. Estuvo más tiempo de pie que sentado. Tenía los nervios a flor de piel. No quería que se le escapara la eliminatoria y por eso sacó inmediatamente a Correa, para dar descanso a Griezmann, y a Savic para aguantar las embestidas del conjunto azulgrana en los minutos finales. Al final, el 2-0 fue el resultado definitivo y el Cholo respiró tranquilo. Han conseguido el objetivo, están en semifinales.

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