PRIMERA DIVISIÓN / JORNADA 18

El Sevilla ‘elimina’ al Atlético de la Liga

Cae en el Sánchez Pizjuán con un gol de Ocampos a los 88 minutos tras dominar todo el partido

Dominio infructuoso de los rojiblancos, a los que les faltó remate y acabaron sufriendo un castigo excesivo

El equipo de Simeone se queda a ocho puntos de distancia de los de Lopetegui

Sevilla Atlético de Madrid
El Atlético cayó contra el Sevilla.
Tomeu Maura
  • Tomeu Maura
  • Redactor jefe de Deportes en OKBaleares, 40 años en la profesión cumplidos en 2023 tras más de media vida en El Mundo

Todo le sale mal al Atlético de Madrid. Fue mucho mejor que el Sevilla, pero careció de remate tras dominar todo el partido y acabó claudicando con un gol de Ocampos en el minuto 88 tras un saque de esquina. Los rojiblancos se quedan a ocho puntos de su rival y sufren su tercera derrota consecutiva en el Campeonato. Es una de las mayores crisis de la era Simeone.

En una pelea a los puntos jamás hubiera ganado este partido el Sevilla. Disparó dos veces entre los tres palos en 90 minutos y le marcó dos goles a un Atlético que no dejó de buscar la victoria, pero que careció de remate pese a su persistente dominio. Sin embargo ésta no es la temporada de los rojiblancos, que ya no sólo no pelean por revalidar el título, sino que empiezan a ver seriamente comprometida la segunda posición. Una situación increíble a comienzos de temporada a la vista de la nómina de delanteros que exhibía el equipo.

Un error de Koundé en la entrega a los tres minutos estuvo a punto de provocar un gol de antología. Correa adivinó la intención del pase, recuperó el balón y, tras amortiguarlo, dibujó desde el medio campo una vaselina que se perdió por muy poco por encima del travesaño de Bono. Fue el primer mordisco del Atlético, pero la respuesta del Sevilla fue contundente. A los siete minutos Rakitic aprovechó que ni Koke ni Llorente se habían percatado de su presencia en la línea de rechace para armar un disparo tremendo desde fuera del área que se coló en la escuadra de Oblak, que no pudo llegar. Un golazo para coronar un arranque de partido espectacular.

Lejos de bajar los brazos, el Atlético se puso el cuchillo entre los dientes y tiró aún más arriba la línea de presión, dispuesto a restablecer la igualada cuanto antes aunque eso supusiera asumir el riesgo de ser cazado en un contragolpe. El Sevilla aceptó el reto, dio un par de pasos atrás y le dejó terreno a su adversario, que estuvo agresivo, pero no acertado, lo que favoreció el repliegue de los de Lopetegui, que no encontraron demasiadas dificultades para mantener su ventaja.

Pero, de repente, todo cambió. En muy poco tiempo al Sevilla se le amontonaron las malas noticias. Primero se lesionó Montiel, lo que desplazó a Koundé al lateral. El francés también es muy efectivo en la banda, pero en cambio el sustituto del argentino, el serbio Gudelj, no ofrece las mismas garantías en el centro de la defensa. A poco de salir Lemar botó un córner, Felipe se le adelantó y cabeceó con comodidad al fondo de la portería de un impotente Bono.

Simeone miró aliviado a Nelson Vivas convencido de que había conseguido cambiar el rumbo del partido, pero nada es sencillo esta temporada para el Atlético. Sin apenas tiempo para celebrar el gol Marcos Llorente se dejó caer en el terreno de juego reclamando asistencia. De Paul entró en el campo y el equipo perdió a un futbolista que le estaba aportando intensidad y, sobre todo, poder de recuperación.

Consciente de la poca utilidad del empate, el Cholo dio entrada a Joao Félix por Correa en el arranque de la segunda parte y en la primera jugada de la reanudación Diego Carlos tuvo que emplearse a fondo para taparle un disparo a bocajarro a Carrasco. Toda una declaración de intenciones de los rojiblancos, que no le dieron tregua a un Sevilla desconcertado que pedía oxígeno a gritos. En el banquillo Lopetegui captó el mensaje e imprimió carácter al equipo con Acuña y Rafa Mir, pero antes De Paul estuvo a punto de provocarle un infarto a Simeone perdiendo un balón absurdo ante Rekik que acabó con un disparo dentro del área de Rakitic al lateral de la red.

Tampoco el banquillo rojiblanco se quedó parado ante las turbulencias ajenas. Cunha mandó al vestuario a Luis Suárez y el uruguayo se retiró por detrás de la portería jurando en arameo porque no le gusta que le sustituyan, aunque realmente su aportación al partido fue testimonial. Suárez tuvo un comienzo de curso decepcionante. Luego remontó a base de goles, pero lleva ya muchas semanas fuera de forma. Le van a venir bien las vacaciones.

Lo cierto es que los cambios igualaron el combate. El Atlético perdió testosterona y el Sevilla se rearmó con una línea de tres centrales desde la que lanzar el contragolpe. Sin embargo su movimiento táctico le duró sólo algunos minutos porque los rojiblancos recuperaron pronto el control y siguieron percutiendo hacia la portería adversaria, aunque sin el acierto necesario para crear auténtico peligro. Joao fue quien más cerca estuvo tras un pase de Cunha, pero su disparo se marchó a córner.

Todo iba dirigido hacia el empate a uno, pero los detalles siguen siendo excesivamente crueles con el Atlético. A los 89 minutos el Sevilla sacó de esquina, Koundé remató de cabeza al travesaño y el rechace le cayó a Ocampos, que rompió el balón con un disparo tan violento que le dobló las manos a Oblak y le dio a los de Lopetegui una victoria injusta, pero importantísima.

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