Samuel Lino, a un paso del Valencia, uno de los damnificados por la llegada de Cristiano

El pasado día 15 Cerezo le presentó sosteniendo junto a él una camiseta del Atlético con el dorsal número 16, el mismo que lucía la pasada temporada Héctor Herrera. No han pasado ni dos semanas y ya hace las maletas con destino a Valencia. Samuel Lino se marcha cedido sin opción de compra por dos motivos: uno, es extracomunitario; dos, ocupa en el campo la misma posición que Cristiano Ronaldo. ¿Otro indicio sobre la llegada del portugués? El siguiente capítulo no tardará en escribirse. A Cristiano se le espera este mismo martes en Manchester.

El Atlético estaba muy satisfecho con Samuel Lino. El jugador sedujo a Simeone en sólo una semana de trabajo, confirmando las enormes virtudes que demostró en la Liga portuguesa. Lino le da al entrenador características similares a las de Carrasco, pero incluso con más gol que el belga, y todo hacía indicar que su papel en el equipo sería el de carrilero izquierdo. Las cosas no podían rodar mejor para el brasileño.

Sin embargo en cuestión de días todo ha cambiado. Simeone ha impuesto su criterio al de Andrea Berta anteponiendo a Nahuel -que ocupa plaza de extracomunitario- sobre Clauss -que es comunitario-, pero sobre todo ha aparecido en escena Cristiano Ronaldo, que juega acostado en la banda izquierda del centro del campo, donde el Atlético ya cuenta con Carrasco. Estaba claro que sobraba uno. Estaba claro que el elegido sería Samuel Lino.

El Atlético, sin embargo, no quiere perder el control sobre el extremo y lo manda al Valencia de Gatusso, donde es posible que coincida con Rodrigo Riquelme, que también está negociando su cesión al club de Mestalla. ¿Forma todo parte de la operación de fichaje de Carlos Soler? Poco a poco los naipes se van colocando sobre el tapete, pero quedan aún muchas manos por jugarse y el Atlético necesita acelerar las salidas, una de ellas la de Saúl Ñíguez, que podría acabar siendo la clave para que llegue al Metropolitano el centrocampista internacional valenciano. El problema, por supuesto, es que el Valencia no puede ni en sus mejores sueños hacerse cargo del salario del alicantino, que es de siete millones de euros libres de impuestos. ¿Acabará cuadrando todo? Habrá que esperar para saberlo.