Daños colaterales por la Superliga

La Roma renunció al Gamper por presiones de Al-Khelaifi

Al-Khelaifi
Nasser Al-Khelaifi. (AFP)
Guillermo Sáez

La mano negra de Nasser Al-Khelaifi se extiende a asuntos tan insospechados como el Trofeo Joan Gamper. El amistoso veraniego que  disputa cada año el Barcelona delante de su afición para estrenar la temporada no se ha librado de la influencia del presidente del Paris Saint-Germain.

El club catalán había anunciado un cartel histórico para el próximo 6 de agosto, con un doble enfrentamiento en el Camp Nou frente a los equipos masculino y femenino de la AS Roma, pero todo se fue al traste el lunes de forma inesperada y aparentemente inexplicable. Los motivos ya van saliendo a la luz.

«El FC Barcelona comunica que la AS Roma ha decidido rescindir, unilateralmente y sin causa, el contrato suscrito por ambas partes para la disputa del Trofeo Joan Gamper (…) El Área Legal del Club está estudiando las acciones oportunas para reclamar al equipo italiano los daños y perjuicios que esta inesperada e injustificada decisión pueda causar al FC Barcelona y sus aficionados», avisó el Barça en su contundente comunicado.

La Roma dio su propia versión de los hechos con un comunicado bastante poco aclaratorio en el que citó la «necesidad de cambiar la planificación de los amistosos de verano, con el fin de crear las mejores condiciones laborales posibles», añadiendo que buscarán «otros compromisos, menos impactantes en cuanto a viajes». Como si Barcelona estuviera en Australia. Esa manera de improvisar chirría mucho con un entrenador tan metódico como José Mourinho.

La Superliga, telón de fondo

Según informa el Corriere dello Sport, el motivo real de esta espantada del club italiano es la relación muy estrecha entre Al-Khelaifi y el dueño de la Roma, el multimillonario estadounidense Dan Friedkin. Además de presidir el PSG, el catarí también es el máximo dirigente de la Asociación Europea de Clubes (ECA), en cuyo comité ejecutivo se integró Friedkin el año pasado. El periódico italiano también habla de intereses cruzados ajenos al fútbol entre el magnate norteamericano y Al-Khelaifi: hoteles de lujo e inversiones conjuntas que refuerzan aún más su vínculo.

Al-Khelaifi y el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, mantienen una guerra abierta contra Barcelona, Real Madrid y Juventus, los tres clubes que se mantienen en el proyecto de la Superliga. La consigna de esta contienda es clara, al enemigo ni agua, y el mandatario árabe no  ha desaprovechado la oportunidad de meter baza en otro asunto que también puede acabar en los tribunales. Uno más.

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