Fórmula 1

Red Bull alcanza su peor momento de los últimos tres campeonatos

La hegemonía de la escudería austriaca peligra con McLaren muy cerca en la clasificación de constructores

El equipo papaya dominó en Hungría y ya amenaza al líder

Verstappen: "Que se vayan todos a la mierda"

Red Bull
Christian Horner junto a Max Verstappen y Checo Pérez. (Getty)
Kike Sáez

No es ningún secreto que el dominio de Red Bull en la Fórmula 1 tiene los días contados. Si es que no ha acabado ya. La escudería austriaca ha alcanzado su peor momento en los tres últimos campeonatos, pero de momento se sigue manteniendo a la cabeza de las dos clasificaciones y, salvo drama total en Bélgica, se marchará de vacaciones en lo más alto de ambas.

Pero la amenaza de McLaren es real. Se demostró en Hungría, donde Oscar Piastri y Lando Norris firmaron un doblete que dejaba a las claras que ahora mismo el equipo papaya tiene el mejor coche del Mundial y es el rival a batir actualmente, como dijo hasta el propio Fernando Alonso tras la carrera. El fabricante británico está empujando como nunca para convertirse en el número uno, algo que no consigue desde el año 1998, y lo que les separa de Red Bull ya sólo son 51 puntos.

Que llegados al ecuador de la temporada hubiera una escudería a esta distancia tan corta de los austriacos era prácticamente impensable después de un 2023 de autoridad absoluta de Max Verstappen. Y ya que lo mencionamos, este momento en el que la temperatura del garaje de Red Bull es máxima coincide con el tricampeón del mundo haciendo arder la F1 tanto en el asfalto como fuera del mismo.

Verstappen está completamente desesperado viendo cómo McLaren ha puesto en juego su hegemonía. Se demostró con su prematuro ataque a Lewis Hamilton en el circuito de Hungaroring que le costó el podio y un par de posiciones, y también con su ya famoso «que se vayan todos a la mierda» tras la prueba en Budapest. Por su parte, Lando Norris cabalga hacia su primer título en la categoría reina y las diferencias con el líder podrían haber sido menores de no haber cedido la victoria a Oscar Piastri en un acto forzoso de compañerismo.

Checo, el gran problema de Red Bull

No es la primera ni la segunda vez que se le veía tan encendido en la pista este año, pero con sus declaraciones ya en frío quedó comprobado que tanto él como Red Bull son un manojo de nervios en estos momentos. Como para no, porque si hablamos de su segundo piloto, Checo Pérez, es para echarse las manos todavía más a la cabeza. El mexicano, por suerte para él, consiguió salvar su actuación rascando seis puntos para su equipo al remontar desde la decimosexta hasta la séptima posición después de su accidente en la Q1 que complicaba tan siquiera puntuar.

Hasta ahí. Eso es lo máximo que puede dar Sergio desde Imola. Siete Grandes Premios consecutivos sin pasar de la séptima plaza, con dos abandonos incluidos y un cero en su casillero de Gran Bretaña. La situación ya es insostenible y su última bala pasará por Spa, como ya trasladan desde Red Bull. Su contrato hasta 2026 no era blindaje, sino un intento de insuflarle moral y confianza, pero el tiro les ha salido por la culata. En los próximos días se comprobará si esas cláusulas de rendimiento acaban con sus días en la escudería austriaca, la mejor del mundo todavía.

Y si nos vamos a los números, desde 2021 no se veían unos tan bajos en Red Bull. Como decimos, les vale para seguir siendo líderes, pero ese año al que hacemos alusión, el del primer título de Verstappen, no fueron capaces de arañar el de constructores. A estas alturas, con 13 carreras celebradas, esa temporada sumaban 320 puntos, mientras que este llevan 389, muy alejados de los 431 de 2022 y, por supuesto, de los 532 de 2023.

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