La Real Sociedad vence con estilo al Salzburgo y da un paso a los octavos de Champions

La Real Sociedad ha trasladado sus buenas sensaciones a la Champions con un triunfo importantísimo ante el Salzburgo. En una noche en la que no apareció Kubo, lo hicieron Brais Méndez y Mikel Oyarzabal. Los dos fueron los encargados de hacer los tantos de los donostiarras, que se impusieron 0-2 a domicilio, en lo que es una victoria fundamental de cara a sus aspiraciones de estar en octavos de final. Además, rompen una racha de 20 años sin ganar en la competición y, a la espera del Inter-Benfica, se ponen líderes con cuatro puntos.

La primera salida de los de Imanol en la máxima competición estaba en Austria. Allí esperaba el satélite de Red Bull, un Salzburgo que viene de cuajar buenas actuaciones a nivel europeo en los últimos años y que esta temporada comenzaron sorprendiendo a domicilio al Benfica. Ganar suponía para los vascos un gran paso de cara a su clasificación para octavos, puesto que se prevé una lucha más que abierta por la segunda plaza entre los tres.

Después de firmar un arranque dubitativo en Liga, el empate ante el Inter de Milán en la primera jornada supuso un punto de inflexión, puesto que después han encadenado tres triunfos seguidos en la competición doméstica, incluyendo una goleada en el derbi ante el Athletic. Ahora, los donostiarras llegaban a Salzburgo con la idea de prorrogar la racha, liderados por un Take Kubo estelar, que está siendo una de las sensaciones de la temporada.

Para el duelo, Imanol Alguacil tiraba de un once más que reconocible. Sólo dos cambios respecto a lo que sacó en el derbi del sábado: Tierney y Sadiq. Salía la Real Sociedad con Remiro bajo palos; Traoré, Zubeldia, Le Normand y Ahien Múñoz en la línea defensiva; Zubimendi, Merino y Brais Méndez en el centro del campo; y el tridente ofensivo formado por Kubo, Barrenetxea y Oyarzabal.

Y el encuentro no podía comenzar mejor. Volvía a la titularidad el capitán txuri-urdin y lo hacía con gol. Mikel Oyarzabal recibía de Brais y, rodeado de rivales, sacaba un disparo tan sutil como ajustado al poste, que sorprendía al portero Schlager. Corría el minuto 7 y la Real ya ganaba en Austria.

Sobresaliente Brais

Esperaban agazapados atrás, ante la insistencia aunque tímida de los locales. Apenas ponían en aprietos a Remiro, muriendo siempre en las proximidades del área con muchos hombres arriba. Corrían demasiados riesgos los austriacos, lo que podía terminar pasándoles factura.

Y les pasó. El Salzburgo veía como en una contra ejecutada por Brais Méndez llegaba el segundo de la Real Sociedad, que encarrilaba el encuentro. El gallego hacía un auténtico jugadón. Arrancaba desde su área, le tiraba la pared a Kubo, que devolvía, y se lanzaba por el carril central hacia la portería, ante la pasividad de los defensas. Podía habérsela regalado a Kubo u Oyarzabal, pero optó por terminarla él, haciendo un golazo.

Tuvo el tercero el equipo vasco antes del descanso, pero no lo encontró y en la reanudación, estuvieron a punto de meterse en un problema. La picaresca de Simic le llevó a colarse entre Ahien, Pacheco –que acaba de entrar– y Zubeldia para plantarse ante Remiro y, al verse sin opciones, tirarse. El colegiado picó, pitó penalti pero el VAR intervino para anularlo.

Apretaba el Salzburgo buscando meterse de nuevo en el partido, atacando por las bandas y buscando un rematador, aunque sin éxito. De hecho, el gol pudo volver a caer del lado donostiarra. Kubo asistió a Oyarzabal, pero el capitán Dedic apareció para evitarlo.

Consiguió controlar el encuentro la Real y aprovechaba Imanol para dar descanso a sus hombres, dejando que el partido fuese poco a poco muriendo. Aun así, los de San Sebastián aprovechaban cualquier oportunidad para buscar la sentencia definitiva. Los acercamientos de los austriacos eran neutralizados por la sólida defensa txuri-urdin que les permitió certificar su primera victoria en esta Champions y dar un paso al frente de cara a la clasificación para octavos.