EUROLIGA: REAL MADRID 91-72 VALENCIA BASKET

Un Madrid heroico puede con el Valencia y con los árbitros (91-72)

Campazzo
Campazzo celebra una canasta contra el Valencia Basket. (EFE)
Pedro Antolinos

El Real Madrid nunca se rinde. El equipo de Pablo Laso logró sobreponerse a todas las bajas y a la injusta expulsión de Luka Doncic para conseguir derrotar al Valencia Basket (91-72) en un partido decisivo de Euroliga que el conjunto blanco afrontada con un récord de 6-6. Sin jugadores de la talla del esloveno, Rudy Fernández, Llull, Randolph o Ayllón, los madridistas lograron una victoria trascendental gracias a la genial actuación grupal donde todos brillaron: Campazzo, Tavares, Felipe Reyes, Thompkins, Carroll…

Porque este era un partido crucial para el equipo de Pablo Laso. Dos victorias en los últimos ocho duelos de Euroliga, le han condenado al milagro para estar dentro de los cuatro primeros y ser cabeza de serie en la próxima ronda. Al fin y al cabo el Madrid sigue siendo favorito y está condenado a la excelencia eterna aunque una plaga de lesiones se haya cebado con el equipo. Está obligado a rendir siempre a la perfección por su escudo y porque tiene a Luka Doncic, el jugador de moda en el baloncesto europeo.

Hoy en día, los aficionados blancos acuden en procesión al WiZink Center a ver las actuaciones del esloveno como los devotos de Camarón acudían a los conciertos cuando sabían que a la leyenda le quedaba poco de vida. El Dios del cante no pudo triunfar en Estados Unidos (principalmente porque la muerte le llegó antes) pero Doncic sí lo hará y en poco tiempo. Porque le quedan pocas actuaciones en España antes de poner cruzar el charco. Pero esta vez, la afición sólo pudo verlo seis minutos porque los árbitros le expulsaron de forma totalmente inexplicable tras una antideportiva y una técnica injusta en el segundo cuarto.

Y eso que su equipo le necesitaba ante un conjunto valenciano que, con un récord de 3-9, también estaba obligado a sumar victorias. El partido era a vida o muerte para ambos. El primer cuarto se saldó con +6 de ventaja para el Madrid (24-18) gracias a un buen Campazzo, pero lo más importante fue que a falta de cuatro minutos Felipe Reyes saltó a la pista para disputar su partido número 300 en la Euroliga. Una cifra que en toda la historia solo había alcanzado Juan Carlos Navarro. Eso, y que la primera que tocó Doncic fue para dentro de tres.

Y en la segunda le pitaron una antideportiva incomprensible después de que Pleiss le hiciera una falta personal cuando el esloveno entraba a machacar a placer. Pero esto no le despistó  y al siguiente triple que intentó la bola también besó la red, 2 de 2. Todo marchaba de color de rosa para Doncic pero los árbitros se volvieron a interponer en su camino. A falta de cuatro minutos para el final del segundo cuarto, le volvieron a señalar otra falta en ataque incomprensible que desembocó en una técnica y  en la expulsión del jugador esloveno. Todos alucinaban sobre la pista, la afición pitaba con fuerza y el jugador madridista se marchaba a los vestuarios protestando y dando patadas al túnel. Lo que le habían hecho no tenía nombre. A pesar de todo el escándalo, el Real Madrid se marchó por delante al descanso (43-41).

Sin Doncic, Rudy, Llull, Randolph y Ayllón

Así que sin jugadores como Doncic, Rudy, Randolph, Llull o Ayllón el Real Madrid iba a disputar los dos últimos cuartos de uno de los partidos más importantes en lo que va de temporada. Y de ello se aprovechó el Valencia Basket aún más para igualar el partido. Los valencianos llegaron incluso a ponerse por delante en algunos compases del tercer cuarto gracias a Dubljevic y San Emeterio. Pero cuando más confiaba el equipo valenciano en la victoria, llegó Facundo Campazzo para anotar dos tiples que eran una advertencia: este Madrid nunca se rinde. Así que, gracias al argentino y a Tavares, los de Laso se marchaban con una diferencia de +6 puntos (64-58). 

Con el último cuarto llegó la máxima ventaja del Real Madrid en el partido pero un parcial de 0-6 del Valencia volvió a meter al actual campeón de la Liga Endesa en el partido. Pero ahí, Felipe Reyes tiró de galones para liderar a un equipo que estaba luchando contra viento y marea. A falta de seis minutos, el Real Madrid estaba 11 puntos por encima (75-64) pero aún quedaba un mundo y el Real Madrid tenía que ser inteligente. Lo estaba siendo: a falta de 5:20 tenía 14 de ventaja gracias a un parcial de 9-0.

Y a pesar de tener todos los elementos en contra, ni siquiera sufrió (incluso se gustó) el Real Madrid para conseguir su séptima victoria en Euroliga y poner rumbo a los cuatro primeros puestos que le darían la condición de cabeza de serie en la próxima ronda. Para ello también será trascendental vencer el próximo jueves en Alemania al Brose Bamberg.

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