Otra lección de pizarra de Zidane
Zinedine Zidane sigue dando sopapos de realidad a todos aquellos que osaron a poner en duda su valía como técnico. Quizá ya no le haga falta después de sus 8 títulos más dos Champions consecutivas, pero parece que para algunos, el entrenador del Real Madrid siempre pasa un examen cuando llega una cita importante. En Turín, el francés volvió a sacar un sobresaliente. La nota habitual desde que se sienta en el banquillo madridista.
Y es que Zidane siempre sorprende con algo cuando se trata de un partido de quilates. En el duelo de ida ante el PSG sorprendió a todos sentando a Gareth Bale y poniendo fin a la BBC; en el partido del Parque de los Príncipes se inclinó por la velocidad por banda con Asensio y Lucas Vázquez y en Turín volvió atrás en el tiempo apostando por el rombo con Isco que tan bien funcionó el día de Cardiff. El francés acabó dando la cara por el andaluz, que no había estado al nivel en los últimos meses, y éste respondió a la perfección a la confianza de su técnico.
Como en el partido donde se conquistó La Duodécima, Zidane repitió hasta la saciedad en la previa del duelo de ida de cuartos de final la necesidad de apurar línea de fondo y de ahí sacar un pase raso que debería aprovechar Cristiano. ¿El motivo de esta directriz? La lentitud de la defensa italiana a la hora de atajar balones rasos y rápidos. Y cómo no, esto volvió a funcionar en la noche del pasado martes. Porque a los tres minutos de partido, Isco la agarró en la izquierda y puso un centro a ras de suelo que acabó remachando Cristiano. Así en Cardiff el luso había metido dos y meses más tardes lo volvía a hacer. Y claro, todos miraban a Zidane.
Además de por su alineación y sus instrucciones exitosas, Zidane también dio una lección de pizarra en la administración de los cambios, que fue perfecta. Cuando peor lo estaba pasando el Real Madrid en la segunda mitad, el francés sacó a Benzema del campo, escoró a Kroos en la izquierda, puso a Isco por detrás de Cristiano y colocó a Lucas Vázquez en la banda derecha para atacar los espacios y ayudar a Carvajal con el doble lateral de la Juventus. Y a los pocos minutos, llegó el segundo gol. Con el resultado a favor, también dio entrada a Kovacic y Marco Asensio. El primero mandó un balón al larguero y el segundo también tuvo otra buena ocasión de marcar además de darle un balón de gol a Modric que el croata desperdició.
Lección táctica a los mejores técnicos
Para denostarlo, de Zidane siempre se dijo que era un entrenador con flor pero sobre el terreno de juego el entrenador francés ha vuelto a demostrar que está a la altura de los mejores técnicos del mundo. Y es que durante sus dos años de trayectoria le ha dado una lección táctica a los más valorados por la opinión pública.
Con Massimiliano Allegri ya había podido en Cardiff, pero, además del entrenador italiano, en su lista de victoria ante técnicos de prestigio hay nombres muy relevantes en el mundo del fútbol como José Mourinho, con el que pudo en la Supercopa de Europa, Ernesto Valverde, al que derrotó en la Supercopa de España, y otros como Carlo Ancelotti, Diego Simeone o Luis Enrique. Esto demuestra las grandes condiciones como técnico de Zidane. Y todo parece que lo mejor está por llegar para el único entrenador capaz de levantar dos Champions League consecutivas en la era moderna de la competición.