Las nuevas fechas del Tour retrasan la Vuelta a España… ¡a noviembre!
La Vuelta a España aparece como perjudicada por la reubicación del calendario ciclista anunciado por la UCI. La ronda española se celebrará después de Tour, Mundial y Giro, en noviembre y como último plato de un calendario saturado por obligación
La UCI tomó una decisión en firme sobre qué hacer con el calendario internacional ciclista de 2020, y contradiciendo la tendencia del deporte mundial de esperar o cancelar competiciones debido a la emergencia del coronavirus, aseguró la celebración de los principales eventos de la presente temporada, incluyendo los Monumentos y las tres grandes vueltas por etapas. Así las cosas y contra pronóstico, la Vuelta a España se ve perjudicada por esta modificación, quedando relegadas sus fechas tras la disputa del Tour y el Giro de Italia.
El Tour de Francia ha recibido prioridad máxima por parte del organismo a la hora de reubicar su celebración, y se disputará, ya de manera oficial, del 29 de agosto al 20 de septiembre, unos días a priori reservados para la Vuelta a España. La noticia comenzó a filtrarse en las últimas horas y el director de la ronda española, Javier Guillén, tuvo que reaccionar defendiendo que la Vuelta iba a tener fechas, aunque sus declaraciones sobre el Tour –»es esencial y necesitamos que se celebre»– dejaban entrever un cambio de fechas para la tercera grande, que también deberá esperar a que finalicen el Mundial y el Giro.
La nueva disposición del calendario UCI, confirmado oficialmente pero siempre a la espera de lo que pueda provocar el coronavirus, dice lo siguiente. El Tour se disputará entre el 29 de agosto y el 20 de septiembre, mientras que el Mundial de Suiza se mantiene el 27 de septiembre. Después de la cita mundialista se dará paso al Giro de Italia, en el mes de octubre, y la Vuelta se queda para noviembre, una vez haya acabado la ronda transalpina.
Este reparto perjudica a una Vuelta a España que puede ver reducida su nómina de grandes participantes debido a la obligada aglomeración de citas de tres semanas y un día –los monumentos se celebrarán intercalados entre las grandes–, previos a noviembre, un mes en el que además la climatología no se encuentra como aliada, algo que sí tiende a suceder en agosto-septiembre. Javier Guillén y la organización deben ponerse manos a la obra para asegurar las etapas previamente pactadas en otras fechas, y hacer encaje de bolillos para conseguir una participación que permita a la Vuelta seguir siendo una carrera de referencia en 2020.