Neymar exageró la caída para engañar a Iglesias Villanueva y forzar otro penalti en el 89
Neymar, que estuvo desaparecido durante todo el partido ante el Leganés, tuvo su mejor actuación –sobreactuación mejor dicho– no con el balón en los pies, sino en un vuelo en el que se tiró a la piscina para chocar con Mantovani, exagerar escanadalosamente la caída y engañar a Iglesias Villanueva para que pitara un penalti, más que dudoso, dudosísimo. Fue un penalti de esos que se pitan alegremente en el Camp Nou, sobre todo cuando es a favor del Barcelona.
Corría el minuto 89 y con 1-1 en el marcador el Leganés protestó –no era para menos– el penalti que Iglesias Villanueva señaló por la acción de Mantovani sobre Neymar. Los azulgranas estaban en esos momentos al filo del tiempo reglamentario y con un empate que hubiera supuesto su adiós casi definitivo a la Liga. Pero allí estaba Neymar para engañar e Iglesias Villanueva para picar.
Messi transformó la pena máxima que supuso el 2-1 final. El argentino ni celebró el tanto y se marchó con gesto serio hacia el centro del campo.