Nadal cae ante Fritz y se queda sin margen en las ATP Finals

Rafael Nadal debuta con tropiezo en las ATP Finals. El tenista balear sufrió una dura derrota (6-7(3), 1-6) ante un brillante Taylor Fritz, que jugó un partidazo y no dio opción al tenista español. Nadal luchó y peleó mientras pudo, pero acabó rindiéndose ante un rival más acertado en los momentos decisivos y al que la inercia acabó llevando al triunfo. Con esta derrota, apretadísima en el primer parcial y muy clara en el segundo, Rafa continúa vivo en el torneo de maestros pero ya sin margen de maniobra a otra derrota, que resultaría fatal para sus aspiraciones.

Poco más de una hora y media de partido sirvió para comprobar que Nadal, aunque mostró una cara más que aceptable en el primer set, sigue estando lejos de su prime. Y eso en todo un torneo de maestros se paga. La pista, rapidísima, de Turín, tampoco favoreció el bote del drive del manacorí, quien tuvo su opción en el tie-break del primero pero, una vez perdido, mostró sensaciones similares a las vividas con Paul en París-Bercy. Sin poder dominar ni al saque ni al resto, un majestuoso Fritz le enseñó el camino de la derrota en un torneo en el que, por suerte, el martes tiene otra oportunidad, esta vez ante Felix Auger-Aliassime y ya sí sin margen de maniobra.

Dos semanas después de su derrota prematura en París-Bercy, Rafa regresaba a la competición para el cierre de la ATP en el torneo de maestros, unas ATP World Tour Finals que nunca han visto coronarse a uno de los grandes de la historia. Nadal tiene una cuenta pendiente con esta competición y pese a que 2022 no parece el año propicio para resarcirse, hablamos de un deportista histórico y especialista en levantar situaciones adversas.

Taylor Fritz era el rival de Nadal, quien por primera vez no jugaría lesionado contra el norteamericano. En los dos duelos previos, el manacorí se vio muy mermado por su situación física, así que no quedaba demasiada referencia que tomar. Fritz es alto y pegador, por lo que en una pista muy rápida como la de Turín podía ser sinónimo de éxito. Sin embargo, tener enfrente a Nadal iguala, cuanto menos la contienda, aunque un alto porcentaje del encuentro iba a estar, precisamente, en las sensaciones del tenista balear.

El servicio sería imprescindible para competir y Rafa demostró de primeras que el suyo estaba engrasado. El manacorí solventaba en blanco a la primera, pero despistes en el segundo turno le daban a Fritz su primera pelota de break, solventada con solidez por parte del legendario tenista español. Taylor, al saque, se mostraba infranqueable, conectando golpes por encima de los 210 km/h y con un golpe de derecha que llegaba para barrer lo que podía restar Nadal.

Fritz golpea en la muerte súbita

Volvió a pasar apuros Rafa con el 3-3 y servicio, y esta vez fueron dos opciones de rotura las que tuvo que levantar, y levantó, para seguir sobreviviendo al bombardeo desde el otro lado de la pista. No había término medio, o Nadal ganaba su saque en blanco o tenía que ponerse el mono y desatascarlo. Por suerte, lo primero ganó y teniendo en cuenta que a Taylor no se le podía quebrar, el español mandó la decisión a la muerte súbita.

Fritz venía de ir sacando adelante sin mayores problemas situaciones de alto riesgo, y en el tie-break volvería a mostrar nervios de acero para aprovechar una doble falta inicial de Nadal y no perder ni uno de sus saques. El resultado, como no podía ser de otra manera atendiendo a los datos, era favorable a Taylor, que se apuntaba la primera manga, quedando a una del primer triunfo en las ATP Finals.

Nadal vuelve a apagarse y cae

A Rafa le tocaba remontar y en el segundo set contó, de primeras, con dos juegos en los que se colocó con 15-30 para empezar quebrando. No lo logró y como tantas veces sucede, acabó dándole la oportunidad a Fritz, quien no iba a fallar. Mucho más acertado de lo esperado al resto, Taylor sorprendió a Rafa con esta capacidad y sin ceder una sola pelota de break hasta ese momento, se colocaba con 7-6 y 4-1 para asomarse a la victoria.

Nadal estaba al límite y no le quedaba otra que apelar a algo extraordinario para darle la vuelta al luminoso. Su rival enfrente estaba mostrando nivel de candidato al título y a él, aún con el aprobado garantizado, le estaba faltando un puntito, sobre todo en los momentos importantes.

La dinámica del partido había pasado de un intercambio de saques en el primer set al dominio categórico de Fritz en el segundo. El norteamericano tenía el sobresaliente con el saque, pero era en sus juegos de resto donde marcaba la diferencia, con un Nadal apagado, fallón al saque y que volvería a ceder otro juego ante Taylor, que necesitó de siete pelotas de break para volver a quebrar y, tras una hora y 38 minutos, cerrar su primera victoria en las ATP Finals.