Nadal aprende de sus errores para volver a reinar en Roland Garros
Tras su derrota en Roma, Nadal ya tiene en mente el plan de trabajo para corregir algunos aspectos y llegar competitivo a Roland Garros donde busca su 13º título. El balear llegá a 'su' torneo en unas circunstancias diferentes y por primera vez sin ningún título bajo el brazo en arcilla. Aunque en cuatro de las 12 temporadas que ganó en París, se había dado un traspié en Roma
Tras su eliminación en cuartos de final de Roma, Rafa Nadal se centra ya en la gran cita de la temporada: Roland Garros. El de Manacor llega a París en unas circunstancias poco habituales: septiembre, sin apenas rodaje y sin haber mordido ningún título sobre la arcilla. Además, la Philippe Chatrier este año podrá estrenar por fin su cubierta retráctil, lo que variará las condiciones de una pista sobre la que el español ha levantado la Copa de los Mosqueteros en 12 ocasiones.
Roma despierta intentando digerir que uno de sus héroes ya no está en el torneo, justo en un día en el que un privilegiado público podrá ocupar parte de las gradas para vivir in situ las semifinales. Diego Schwartzman se vistió de verdugo (6-2 y 7-5) en la noche del sábado y apeó del torneo al nueve veces campeón Rafa Nadal. Ahora el de Manacor ya sólo tiene en mente la cita en París en apenas una semana, tiempo limitado pero suficiente para corregir algunas cosas antes del Grand Slam francés.
No era fácil regresar tras medio año fuera de la competición. Nadal dejó buenas sensaciones en sus dos primeros partidos, pero se topó con un magistral Diego Schwartzman que le frenó por primera vez en su carrera. Ello ha hecho que Nadal se presente en París sin haber mordido ningún título en arcilla con su derrota sobre la pista en la que el año pasado recuperó la confianza tras caer en Montecarlo, Barcelona y Madrid. Eso sí, otras veces cayó en Roma y no le impidió ganar después Roland Garros (2008, 2011, 2014 y 2017).
El de Manacor sabe que la falta de rodaje le ha pasado factura, pero apenas unos minutos después de la derrota ya tenía en mente su plan de mejora. París es territorio Nadal y aunque este año la empresa sea más complicada por las numerosas circunstancias, el balear sigue siendo el rival a batir en arcilla y en un partido a cinco sets la historia cambia.
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