El milagro de Carlos Alcaraz en el Open de Australia toma forma
Carlos Alcaraz sube su nivel y busca el milagro de batir a Novak Djokovic y conquistar el Open de Australia
Carlos Alcaraz sigue creciendo en el Open de Australia 2024 y lo hace al nivel al que lo hacen los grandes. Después de tres partidos con algún altibajo, pero con victorias sólidas frente a tres rivales inferiores, la llegada de la segunda semana de Grand Slam, con los siempre temidos octavos de final, derivaron en una exhibición del tenista español, quien alcanza su mejor versión justo a tiempo. De tal calado fue el despliegue mostrado por Alcaraz, que más de uno puede empezar a dudar de las palabras de Rod Laver, quien aseguró que «salvo milagro», el torneo iría a parar a manos de Novak Djokovic.
El primero de los que piensa que Rod Laver puede estar equivocado es el propio Alcaraz. Ambicioso hasta el extremo y con el desparpajo suficiente como para llevarlo con normalidad, el tenista español confía al 100% en sus posibilidades y no quiere oír hablar de otro potencial campeón que no sea él mismo.
Por ello, cuando entre los medios españoles acreditados en el Open de Australia se le preguntó por las palabras de la leyenda del tenis australiano, Carlos Alcaraz, disfrazando de broma un comentario con altas dosis de realidad, espetaba. «Me llamo milagro».
A pesar de que el partido de Alcaraz ante Kecmanovic fue casi perfecto, con altísimas notas en cada variante del juego, Carlos aún debe estar en la lista de favoritos por detrás de Novak Djokovic. Así lo acredita la vitola de vigente campeón del serbio, su posición en el número uno del ranking ATP y, sobre todo, sus 10 títulos en el Open de Australia. Sin embargo, las declaraciones de Rod Laver, el hombre que da nombre a la pista central de Melbourne Park, sí son algo exageradas, vista la evolución del propio Carlos y de Jannik Sinner –se cruzaría con Djokovic en semifinales– en sus respectivos cuadros.
Los motivos para creer en Carlos Alcaraz
Tan real es que el favoritismo de Novak Djokovic se mantendrá hasta el momento en que caiga eliminado, como que los números de Carlos Alcaraz, pese a la última victoria arrolladora e histórica de Nole sobre Mannarino, son superiores en este Open de Australia 2024 a los del gran campeón serbio. Por exceso, Alcaraz, y también Sinner, destaca por encima de Djokovic y se gana, cuanto menos, un puesto en la pugna potencial por el torneo, que finalizará con su gran final el próximo domingo 28 de enero.
Alcaraz ha pasado casi tres horas menos en pista que Novak Djokovic, en el cómputo global de los partidos, ha perdido un set, por los dos cedidos por el serbio, y su llegada a los cuartos de final se da con la misma firmeza –ambos pisaron el 6-0 ante sus rivales– que la de un Djokovic que siempre acostumbra a subir el nivel con el paso de los días de torneo.
Si bien es cierto que Carlos Alcaraz aún no se ha probado con un cabeza de serie y que lo hará con Alexander Zverev, quien le ha ganado en cuatro ocasiones, en cuartos de final, el tenista alemán llega con una importante paliza física detrás, y en los precedentes entre ambos, cuando esto ha sucedido, los partidos han sido coser y cantar para el actual número dos del ranking ATP.
Alcaraz quiere batir otro récord en Australia
El Open de Australia, en gran medida por su ausencia obligada por lesión en 2023, era hasta la llegada de la presente edición el Grand Slam en el que Carlos Alcaraz había logrado peores resultados, pero esto está cambiando, con récords batidos en cada ronda, como sucedió con el pase a cuartos de final, que le convierte en el cuarto tenista más joven de la historia en alcanzar esta instancia en los cuatro grandes.
Alcaraz ya sabe lo que es ganar el US Open y Wimbledon, y también llegar a las semifinales de Roland Garros, por lo que, en caso de vencer a Alexander Zverev el miércoles, seguirá aumentando su marca, con apenas 20 años, y se colocará como semifinalista de todos los torneos de Grand Slam. Aunque el objetivo real de Carlos está claro, y no es otro que convertirse en ese ‘hombre milagro’ sobre el que bromeaba y hacer pasar a la nulidad la predicción de Rod Laver en el Open de Australia 2024.