Rubiales: «No dimito, el beso fue consentido y soy víctima de una cacería del falso feminismo»
Luis Rubiales ha pasado al ataque en la Asamblea General Extraordinaria de la Real Federación Española de Fútbol. El presidente ha pedido perdón por el gesto realizado en el palco tras ganar el Mundial y ha hecho lo propio por el polémico beso con Jenni Hermoso, pero ha dejado claro que no va a dimitir como máximo mandatario de la Federación.
«No voy a dimitir, no voy a dimitir. Digo yo, ¿qué es lo que he hecho? ¿Un pico consentido es para sacarme de aquí? Voy a luchar hasta el final», ha dejado claro durante su intervención. «Aquí se está ejecutando un asesinato social, se me está acusando de matar. Como españoles tenemos que hacer un análisis de hacia dónde vamos. Ser campeones del mundo es lo más grande que hay en el fútbol. Hemos luchado mucho por eso», ha señalado al respecto.
Pese a que en las horas previas a la celebración de la Asamblea General Extraordinaria de la RFEF se había asegurado que Luis Rubiales iba a dar un paso al lado, el presidente ha anunciado que su intención es seguir en el cargo. El mandatario considera que las presiones para acabar con su mandato proceden de una campaña instigada por Javier Tebas y por un «falso feminismo» representado por Yolanda Díaz, Irene Montero, Ione Belarra y Pablo Echenique, que se han pronunciado en su contra y que han llegado a calificar lo sucedido como una «agresión sexual».
Explica el beso
El presidente de la RFEF ha explicado lo sucedido con Jennifer Hermoso, a la que besó durante la celebración de la victoria del Mundial femenino en Sídney el pasado 20 de agosto: «Quien vea el vídeo entenderá que ante 80.000 personas en el momento. Ante toda la gente que había allí, entre ellas mi familia. El deseo que podía tener en ese beso era el mismo que el que podía tener dándole un beso a una de mis hijas. Por lo tanto, no hay deseo y no hay posición de dominio, aunque se esté vendiendo en los medios».
«Le dije (a Jenni Hermoso) ‘no llores, tienes que estar orgullosa’. Ella me levantó del suelo, me cogió de las caderas. Casi nos caemos y al levantarnos, nos abrazamos y yo le dije: ‘Olvídate del penalti, sin ti no habríamos ganado el Mundial’. Me dijo que yo era un crack y le dije: ‘¿Un piquito?’ Ella lo entendió y lo vio como una anécdota», ha explicado.
Además, Rubiales ha señalado a Javier Tebas, presidente de la Liga, y al «falso feminismo» como instigadores de la campaña en su contra para conseguir que deje de ser el máximo mandatario del fútbol español. «Fue un beso espontáneo, mutuo y eufórico y, sobre todo, consentido. Esta jugadora falló un penalti. Tengo una gran relación con todas las jugadoras, hemos sido una familia durante más de un mes. Tuvimos momentos cariñosísimos durante el Mundial», ha destacado el presidente de la Federación.
«Después empiezan estas presiones, el silencio de la jugadora y un comunicado que no puedo entender. Aquí se está ejecutando un asesinato social, se me está acusando de matar. Como españoles tenemos que hacer un análisis de hacia dónde vamos. Ser campeona del mundo es lo más grande que hay en el fútbol. Hemos luchado mucho por eso», ha sentenciado.