Baloncesto: EuroBasket

Juancho Hernangómez resucitó a Bo Cruz y se convirtió en el MVP de la final

juancho hernangómez
Juancho Hernángomez celebra una canasta. (Alberto Nevado / FEB)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Juancho Hernangómez ha vivido un último año particularmente complicado hasta tocar la gloria en la final del EuroBasket. El alero se quedó fuera de los pasados Juegos Olímpicos por imposición de su equipo alegando una lesión ficticia, luego fue traspasado hasta en cinco ocasiones durante la temporada NBA y por si fuese poco fue objeto de críticas en el gremio por su papel en la película Garra, de Netflix, interpretando el papel de Bo Cruz.

El madrileño se estrenó en el mundo del cine interpretando a un jugador completamente desconocido que trabajó para labrarse una oportunidad en la NBA y finalmente convertirse en una estrella. Juancho se transformó en ese jugador ficticio en la final del EuroBasket batiendo su récord de triples en un partido profesional, siendo la estrella del duelo contra Francia y ganando el MVP del partido.

Juancho Hernangómez salió desde el banquillo para protagonizar una secuencia casi perfecta durante un segundo cuarto en el que enchufó 18 puntos con un seis de siete en tiros de tres puntos. El alero las metió de todos los colores para desquiciar a una defensa francesa que no pudo hacer nada para detener la hemorragia de un jugador que terminó la cita con 27 puntos, 5 rebotes y 30 de valoración.

El alero tocó la gloria a los 26 años tras haber vivido en una auténtica montaña rusa en el último año. Juancho no ha perdido nunca la fe en sus opciones, perseveró y perseveró hasta que los resultados han llegado. Puede que el papel Bo Cruz haya liberado a un jugador que debe ser la piedra angular de la selección española en los próximos años.

En la cinta Adam Sandler, en su papel de ojeador de los Sixers, nunca dejó de creer en un Juancho que terminó teniendo a todos los focos mirándole. Puede que Sergio Scariolo haya conseguido ese efecto en su pupilo tras haber encontrado su verdadero yo en la final del EuroBasket.

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