Isco sigue en modo invisible
El malagueño volvió a firmar otro partido soso, intrascendente y en el que pasó totalmente desapercibido. Su impacto en el juego fue escaso en otra nueva oportunidad que le otorga Zinedine Zidane y no hace más que reafirmar lo ya sabido: será uno de los sacrificados para el nuevo proyecto
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El Real Madrid completó de nuevo 90 minutos de un pobre nivel. La Real Sociedad pasó por encima de los blancos en Anoeta y de poco sirvió el golazo de Brahim, más allá que para la galería y para hacerle un hueco al joven malagueño la próxima temporada. Un vecino suyo, otro costasoleño, hizo el camino inverso. Isco Alarcón sigue en modo invisible. Desaparecido durante los minutos que le otorgó Zinedine Zidane, el 22 da otro paso en falso en su trayectoria en el conjunto blanco, que cada día parece más cierto que acabará este verano.
Fue un partido insulso del malagueño. Como de no ir con él el encuentro, ritmo bajo, pensando más en lo suyo, apático y reservado. Está lejos de parecer el jugador que fue la temporada pasada o años atrás, cuando era prácticamente inamovible del once, o el número 12. No se le vio dar una gran carrera a fondo ni un gran regate. Y en un jugador como él, al que le define la gambeta, no verle ni un drible durante su impacto en el campo hace llevarse las manos a la cabeza.
Con las datos en la mano, Isco dice lo mismo: no estuvo. Intentó 35 pases ante los vascos y solo llegaron a su objetivo 26 de ellos, falló nueve (74% de efectividad). Probó dos balones largos y erró uno. Intentó (solo) un par de regates y logró solo uno. Falló una clara ocasión ante Rulli, dos pérdidas… Son malos números y los tuvo que ver Zinedine Zidane. El malagueño fue el primer cambio del francés a los 56 minutos de juego. Modric entró por él sin cumplir la hora de partido, no aguantó más Zizou.
Las horas de Isco Alarcón en el Real Madrid pueden estar contadas. No es una decisión popular, ya que gusta mucho en el Santiago Bernabéu, pero su rendimiento parece haber tocado fondo, exento de motivación y con escaso interés por cambiar la situación. Se espera un mercado de fichajes más que movido en el la capital y una de las operaciones que libere espacio en el vestuario blanco puede ser la del malagueño.