Liga Santander: Real Sociedad – Real Madrid

Este Madrid no se cansa de perder

Real Madrid
El Real Madrid cayó 3-1 ante la Real Sociedad.

Este Real Madrid está más acostumbrado a perder que Drácula a dormir de día. Lo de este equipo es insoportable. En Anoeta consumó un desastre más, el enésimo de la temporada, para rubricar su peor Liga desde los tiempos de Felipe González. Mientras se remanga para una limpia histórica, Zidane vio cómo su equipo perdía otra vez después de quedarse con diez antes del descanso. La Real Sociedad hizo tres goles a los blancos, con una defensa de chiste y un Courtois que paró un penalti y se comió dos goles.

Ya queda menos. 180 minutos y esta Liga se habrá terminado igual que el ciclo del Real Madrid. Un par de partiditos insulsos y empezará el baile. Los que se van y los que llegan. En Anoeta Zidane elegía a su penúltimo once antes de sacar la manguera a presión este verano para hacer la limpia. No había grandes sorpresas, más allá de la confirmación de alternativa de Brahim como titular y el regreso al once de Asensio.

Les supongo informados de la ausencia de Bale en la convocatoria para que el galés termine de pillar las indirectas. Tampoco jugaban Modric ni Vinicius, uno por exceso y otro por falta de ritmo. El Real Madrid salió mandón en Anoeta con una presión alta que asfixiaba la salida de balón de la Real Sociedad.

A los seis minutos Brahim marcó el primero de los que pueden ser muchos goles en el Real Madrid. El chico tiene un talento gigantesco, un cambio de ritmo mortal y una sangre fría que para sí la quisiera Vinicius cuando se planta delante del portero. Corría el minuto 6 del partido en Anoeta y Brahim se iba a cocinar un golazo enorme. Brahim robó la pelota a un rival de la Real Sociedad, aceleró, dribló al primero, sentó al segundo en el área con un caderazo propio de Shakira y batió a Rulli por debajo de las piernas. Un gol para recrearse, un gol de un chico que va para estrella.

Golazo de Brahim y siesta blanca

Respondió la Real Sociedad con una ocasión de Merino, que abortó Courtois con una buena mano abajo. La jugada fue un aviso de los locales y, sobre todo, una advertencia de que el Real Madrid había activado el modo pereza en Anoeta. La pelota pasó a ser realista, mientras que los blancos –rojos en San Sebastián– se limitaban a acelerar en las contras con el bullicioso Brahim, otra vez el mejor del Madrid.

Los de Zidane seguían haciendo méritos para que les empataran. Y lo logró Oiarzabal en el minuto 21, pero el tanto fue invalidado por fuera de juego primero por el colegiado y ratificado un cuarto de hora después por un VAR más lento que un camión subiendo una cuesta.

Pero lo que se veía venir al final vino. El gol de la Real Sociedad llegó en el 25 y lo marcó Merino después de una buena maniobra coral de la Real Sociedad que nació de una pelota dividida en la que Casemiro estuvo tan blandito como toda la temporada. Pues nada, como Garci, volver a empezar.

El 1-1 espabiló algo al Real Madrid y enfadó a Zidane, que fulminó a sus chicos con la mirada. Los visitantes se echaron arriba y volvieron a llegar ocasiones para Asensio y Benzema. Incluso Isco pudo marcar un golazo después de un baile en el área de Benzema, pero Rulli anduvo rápido y sacó una mano prodigiosa en el mano a mano.

Vallejo, penalti y expulsión

El partido tenía el ritmo y campo abierto. A falta de emoción, al menos era entretenido. Al filo del 40 pudo llegar el 2-1 para la Real Sociedad. Lo evitó Courtois al detener el penalti de William José. La pena máxima la había cometido Vallejo al sacar con la mano bajo palos un gol cantado. La acción costó la roja al central que dejó con diez al Real Madrid, así que como Zidane no se había llevado más defensas que los titulares, tuvo que recomponer el equipo con Casemiro de central.

Sobrevivió el Real Madrid hasta el descanso sin grandes apuros y se inició el segundo tiempo con una Real Sociedad que se tiró en busca de la victoria como la Pantoja se arrojó del helicóptero en Supervivientes: sin mucho estilo. Courtois se bastaba para echar el cierre a su portería con sus larguísimos brazos. Pero la Real cercaba el área visitante.

También el 2-1 se veía venir y vino. Un despiste defensivo de Marcelo y un resbalón de Courtois se unieron para ayudar a Zaldúa a poner por delante a la Real Sociedad en el 57. Zidane reaccionó metiendo a Modric por Isco, tan desdibujado como el cuadro de un niño de dos años. El malagueño ni está ni se le espera. Bueno, en realidad lo que se espera es que haga las maletas. El segundo cambio de Zidane fue menos comprensible: Lucas por Brahim. Zizou quitaba a su mejor hombre en el campo.

El fútbol penalizó a Zidane con el tercero de la Real. Lo marcó Barrenetxea después de una cantada de Nacho en el centro de la defensa –temporada nefasta también la suya– y de Courtois al intentar despejar una pelota aparentemente fácil que no fue capaz de sacar fuera. La debacle, otra más, estaba servida.

Tampoco quiso hacer demasiada sangre la Real Sociedad, que se sabía con el partido ganado y se dedicó a conservar la pelota. El Real Madrid lo intentó sin demasiado ánimo, pero si les cuesta ganar un partido con once, con diez es imposible. Lo mejor para Zidane fue el pitido final. Ya sólo queda un suplicio más y a pensar en el verano.

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